Fallece a los 87 años Oscar Fernández, "Peñespardes", el gijonés nacido en el refugio antiaéreo de Cimavilla

Histórico vecino del barrio Alto, emigró a Alemania para trabajar y se dedicó después a la hostelería

Oscar Fernández Rivero, en 2018, cuando la fachada de Tabacalera estaba aún en obras.

Oscar Fernández Rivero, en 2018, cuando la fachada de Tabacalera estaba aún en obras.

S. F. L.

Cimavilla ha perdido a uno de sus vecinos más ilustres, Oscar Fernández Rivero, más conocido por su apodo, "Peñespardes". Fallecido a los 87 años, el gijonés había podido contar varias veces la curiosa historia de su vida: nació el 1 de abril de 1937, dentro del refugio antiaéreo de Cimavilla, en un Gijón por entonces asediado por las bombas. A su madre, Enriqueta Rivero, la ayudó a dar a luz Concha "La Guapa", madre de Rambal, que ejerció aquel día como matrona oficiosa. Fernández, que se sentía tan de Cimavilla como la fábrica de tabacos, llevaba años ansiando la reforma del viejo refugio, a donde no llegó a volver.

El gijonés se había formado para ser perito mercantil y después se pasó al mundo de la industria. En 1962 se fue a trabajar a Alemania y volvió, cinco años después, con dos hijos de la mano: "Me fui solo y vinimos cuatro. Luego en Gijón tuve otros dos. Tengo hijos como para regalar", contaba en un reportaje con LA NUEVA ESPAÑA en 2018. Deja a su querida esposa, Mónica Schulz, a la que conoció en la fábrica alemana de metalurgia en la que trabajaba. Deja, también, a sus hijos: Joaquín, Manuela, Elena y Mónica Fernández. Y a sus nietas Celia, Lucía y Alba.

Peñespardes compaginó también su trabajo posterior como chigrero con el de voluntario en la delegación del barrio de Cáritas, con quien estaba muy vinculado por su interés nato en ayudar a personas necesitadas. Se definía a sí mismo como "el sereno" del barrio Alto.

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