De barrios a parroquias: un recorrido por las necesidades del concejo

Fano, la parroquia gijonesa "tranquila" que demanda mejores servicios (y, por supuesto, internet)

Mayor frecuencia en el transporte público, arreglo de carreteras y caminos y mejor conexión de internet, entre las peticiones vecinales

Por la izquierda, José Luis González, José Herminio Cortina, Román Sánchez, Juan Luis Canal, Jorge Rodríguez y Jesús Suárez, ante la iglesia de San Juan de Fano.

Por la izquierda, José Luis González, José Herminio Cortina, Román Sánchez, Juan Luis Canal, Jorge Rodríguez y Jesús Suárez, ante la iglesia de San Juan de Fano. / CARLOS TAMARGO

Fano

"Una parroquia tranquila que antes era ganadera y agrícola, pero ahora ya se ha convertido en residencial". Así define a Fano Jesús Suárez que junto a Jorge Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos, lidia con las cuestiones más acuciantes de la zona. Entre sus reclamaciones destacan la adecuación de caminos y carreteras, una buena instalación de internet y televisión o el control de la población de jabalíes.

Ubicada al sur de la ciudad y limitando con Lavandera, Caldones, Baldornón y las parroquias de Muñó y La Collada en Siero, Fano cuenta con poco más de 225 habitantes censados, la quinta parroquia que menos en el concejo. La cantidad no habla de la calidad, en donde todavía se mantienen algunas pequeñas ganaderías y presumen con los emblemas del llagar Menéndez y la iglesia de San Juan, de estilo románico y cuyo pórtico sigue siendo el original del siglo XIII y en el que reclaman una remodelación. "Por dentro está lleno de grietas, toda rajada, también hay que limpiar el tejado y restaurar la entrada que está destrozada", detalla José Herminio Cortina.

Fano, una parroquia "tranquila" que demanda mejores servicios

Uno de los tramos más peligrosos de la carretera donde reclaman arreglos. / C. T.

Entre otras peticiones también se encuentra el desbroce de caminos y la limpieza de cunetas, un asunto que "deberían de hacerlo dos veces al año y lo hacen solo una y en los caminos principales", demanda Suárez. A su lado, José Luis González confiesa que en su caso sí que lo limpiaron, "por primera vez" desde que se acuerda y no sin antes "mandar infinidad de escritos y reclamaciones". El mantenimiento no es lo único necesario, ya que en ciertos casos como el del camino de Las Regueras se necesita una reforma. "Nos hicieron la mitad del camino y reclamamos que completen lo que falta, para que puedan entrar sin problemas los que viven en las fincas anexas", menciona Suárez. En el de Los Campinos el motivo es diferente, pero la necesidad es la misma. "Hace unos meses abrió la Empresa Municipal de Aguas (EMA) para hacer una reparación y adecuaron la mitad, pero el otro tramo de 50 metros, que conecta Carceo con La Cuadra está cerrado".

Fano, una parroquia "tranquila" que demanda mejores servicios

Fina López, en la entrada de su casa. / C. T.

La vía principal para llegar hasta Fano es la AS-377 que en ciertas zonas supone hasta un peligro transitarla. "Hay puntos donde se necesita una reparación. Está fundiendo y hay curvas muy estrechas en donde coches y camiones no se pueden cruzar", detalla Juan Luis Canal. El punto más conflictivo está a la altura del kilómetro 7, en donde varias curvas de poca visibilidad son un riesgo para la seguridad. "El que la conoce va despacio, pero el que no la conoce va lanzado", expresa Román Sánchez, a lo que Cortina añade un factor más que aumenta la probabilidad de accidentes: el paso de los jabalíes. "Me encontré uno de cara y en pleno día", asegura.

El decálogo de Fano

  1. Desbroce de caminos y limpieza de cunetas.
  2. Aumentar la frecuencia del transporte público, en especial los fines de semana.
  3. Controlar la población de jabalíes.
  4. Que la conexión de internet y televisión llegue a todas las casas.
  5. Arreglar la carretera principal, tapando los baches y ensanchando en algunas zonas.
  6. Remodelar las fuentes y lavaderos.
  7. Restaurar el pórtico y el interior de la iglesia de San Juan.
  8. Evitar la posible instalación de un parque de baterías en la zona.
  9. Instalar un punto de reciclaje en la zona de Zalce.
  10. Poner un local de hostelería en el concejo que sirva como punto de encuentro.

En Fano denuncian que las medidas actuales no bastan para manejar la situación. "Hay programas con arqueros y la mayoría de la parroquia es zona de seguridad, menos la parte alta. Pero no es suficiente el control. Destrozan las huertas y entran en las fincas arrasando, luego las vacas no lo pastan". Julio Camblor, a pocos metros de su casa, muestra el rastro que dejaron los animales la noche anterior. "Destrozan todo a su paso". No obstante, en su casa de Zalce el asunto prioritario es la mala señal de televisión. "Estás viéndola tan normal y de un momento a otro marchan todos los canales". También trae de cabeza a vecinos como Alejandro de Frutos la falta de conexión a internet. "Están mejor en la Pola", lamenta señalando que en el valle contiguo ya tienen cable "desde hace cinco años", mientras que en sus casas siguen sufriendo los problemas.

Fano, una parroquia "tranquila" que demanda mejores servicios

Julio Camblor señala uno de los puntos por donde pasan los jabalíes con asiduidad. / C. T.

Pero desde la parroquia no solo se reclama lo que les falta, también avisan sobre lo que les pueden añadir y muestran su preocupación por la posible instalación de un parque de baterías. "En Lavandera hay dos zonas donde quieren ponerlas y están lindando con Fano. Hay casas de aquí que están a menos de 500 metros", avisa Rodríguez.

De arriba abajo, Míriam Álvarez y Alejandro de Frutos, en la zona de Zalce. Julio Camblor señala uno de los puntos por donde pasan los jabalíes con asiduidad. Fina López, en la entrada de su casa; y uno de los tramos más peligrosos de la carretera donde reclaman arreglos. | CARLOS TAMARGO

Míriam Álvarez y Alejandro de Frutos, en la zona de Zalce. / C. T.

Un bar y más transporte

El ocio siempre es un tema a tener en cuenta y en Fano hay vecinas como Fina López que echan en falta una cafetería o un bar cerca de su casa donde poder ir a tomar algo y quedar con las amigas. "¿Cuándo ponéis un bar?", pregunta con sorna a los dos "jefes de la zona", Suárez y Rodríguez. "No puede ser que tenga que ir a Muñó a tomar un café". Como comenta, antes había un local que atendía estas necesidades, pero "hace años que cerró y ahora no tenemos nada de eso". "Si no hace falta nada del otro mundo, con un chiringuito o algo así es suficiente", añade Míriam Álvarez que sus peticiones se centran en el asunto del trasporte público, otra de las grandes luchas de la zona. "La línea de autobús es escasa. Es verdad que tampoco somos muchos vecinos y no vamos a tener un autobús cada dos por tres, pero algo más no estaría mal. Mismamente, los fines de semana el último que sube es sobre las ocho de la tarde. Está muy restringido".

Los motivos de esta falta de transporte público los explica Rodríguez: "Emtusa aquí no puede entrar porque tiene la concesión otra compañía". Ante esto, los horarios de ida y vuelta escasean y es complicado cuadrar los viajes. "Tal como está planteado ahora o no te da tiempo a hacer casi nada o tienes que estar esperando varias horas para coger el siguiente autobús".

Un ejemplo del horario: el segundo autobús entre semana es a las 9.30 horas y el tercero a las 12.30 horas. Un margen muy amplio y en el que presentan opciones como añadir una línea más en medio. Otra alternativa con la que también cuentan es bajar hasta Vega o La Camocha. "Lo que pasa es que te lleva por Viesques y no pasa por zonas como Contrueces donde está el ambulatorio de referencia para los de aquí", matiza Suárez. Varias son las peticiones para hacer que esta parroquía tranquila de la zona rural, pueda moverse con libertad y seguridad.

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