Guerra comercial

Sánchez valora desde Vietnam la tregua arancelaria de Trump como "una puerta a la negociación"

El presidente del Gobierno defendió de nuevo el libre comercio y evitó referirse a las críticas del secretario estadounidense del Tesoro

Pedro Sánchez, junto a Luis Planas y José Manuel Albares, durante su reunión con el primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh.

Pedro Sánchez, junto a Luis Planas y José Manuel Albares, durante su reunión con el primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh. / EFE

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

Pekín

Llegó el sosiego a la segunda y última jornada del presidente español, Pedro Sánchez, en Vietnam. La pausa de noventa días a los aranceles globales anunciada horas antes por Donald Trump, presidente estadounidense, alejó los nubarrones, al menos temporalmente, de España y más aún de Vietnam. Ese paréntesis, aseguró Sánchez tras una reunión con empresarios españoles en Ho Chi Minh, "es una puerta a la negociación y al acuerdo entre países".

El líder socialista ahondó en la defensa del libre mercado que le ha llevado esta semana a Asia. "Solo el multilateralismo y la solidaridad entre naciones pueden hacer frente a este tipo de desafíos globales. España defiende un mundo de puertas abiertas. Un mundo en el que el comercio une a nuestros pueblos y los hace más prósperos", ha afirmado. También ha negado que el comercio sea "un juego de suma cero", una frase que se escucha con frecuencia en Pekín.

China será, precisamente, su próxima etapa. Sánchez llegará horas después de que el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, le comunicara en una conferencia ante banqueros que "alinearse con China es como cortarse el cuello". El presidente repitió su voluntad de abrir mercados y regirse con reglas justas. "Esa es la hoja de ruta de Europa. Vamos a ampliarla y perseverar en ella con nuevos socios. Y con una apuesta firme y decidida por el multilateralismo y por abrir nuevos horizontes", ha remachado.

Sánchez, de avanzadilla europea

El viernes se reunirá con Xi Jinping, presidente chino, por tercera vez en tres años. El calendario acentúa la relevancia de la cumbre. Sánchez es el primer líder europeo que pisa Pekín desde la tormenta arancelaria de Trump y ejercerá de avanzadilla europea en el acercamiento a China tras años áridos por la guerra de Ucrania. Para Xi será la oportunidad de cortejar a Bruselas cuando el mercado estadounidense se está cerrando.

Sánchez aprovechó la jornada en el corazón financiero vietnamita para vender a la empresa española. Tres factores, detalló, explican el éxito español: la vocación exterior, la transición a las energías verdes y las infraestructuras, especialmente las ferroviarias. "Tenemos todo para contribuir a la ambiciosa hoja de ruta modernizadora que está diseñando Vietnam en el ámbito de la movilidad", ha prometido. La excelencia española en las energías verdes y el tren de alta velocidad no se discute, pero compite en esos campos con China, líder global y con evidentes afinidades políticas y geoestratégicas con Hanoi.

El comercio bilateral se ha duplicado en cuatro años, de los 2.900 millones de euros a los 5.800 millones de euros. La buena noticia es la subida; la mala, el tremendo desequilibrio de la balanza comercial. Para rebajarlo animó Sánchez a Hanoi también a comprar más productos agroalimentarios españoles. Es Vietnam una de las economías más robustas del sudeste asiático.

El pasado año creció su PIB más del 7 % y aspira a convertirse en 2050 en un país de renta alta. Cuando Trump les endosó esta semana unos aranceles del 46 %, a los vietnamitas se les hizo de noche. Su Gobierno fue de los primeros en pedir cita con la Casa Blanca para pedir rebajas, una decisión defendida por su prensa oficial estos días como realista y pragmática. El 90 % de su economía, al fin y al cabo, descansa en las exportaciones.

"Si hay un país europeo que simpatiza con ese camino de desarrollo y progreso a través de la vocación internacional y de la apertura al exterior, ese es España porque nuestra historia reciente es la clave de lo que hemos conseguido en estos últimos cincuenta años", afirmó Sánchez. En Vietnam están presentes una cincuentena de empresas españolas como Indra, Airbus, Roca, Porcelanosa, Acciona, Meliá, Grupo Antolín, Siemens Gamesa, El Corte Inglés o Acerinox.

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