Operación de la Guardia Civil

Cae la banda de El Tarta, uno de los narcos más activos del Guadalquivir

Guardaban más de 20.000 litros de gasolina para sus narcolanchas

Operación Ïnsula de la Guardia Civil contra la red narco de El Tarta

IGAT

Juan José Fernández

Juan José Fernández

Madrid

En zulos, garajes y subterráneos se almacenaban 452 kilos de hachís -un millón de euros en droga- y 22.406 litros de gasolina en bidones para sus tres narcolanchas. Son las últimas incautaciones sufridas por El Tarta y su banda, a los que la Guardia Civil considera una de las redes más activas en el tráfico de drogas en el Guadalquivir.

El instituto armado ha difundio este sábado la detención de 23 personas, todas ellas relacionadas con El Tarta, narco histórico del sur que también ha caído en este golpe policial. Es el resultado de investigaciones que estaban a punto de cumplir un año, y que se iniciaron cuando la Guardia Civil empezó a seguir las pistas tras el robo de vehículos todo terreno de alta gama. Resultaron ser medios de transporte para llevar droga en el entorno de Lebrija (Cádiz) y los canales de la desembocadura del Guadalquivir.

Si algo caracteriza a la red de El Tarta es su capacidad logística, han indicado fuentes relacionadas con la operación. Sus peones se movían entre numerosas parcelas y almacenes que servían de puntos de almacenaje. Una nota emitida este sábado por la Guardia Civil afirma que en esas "parcelas logísticas", El Tarta y su gente "planficaban los alijos, ocultaban los vehículos y almacenaban provisionalmente la droga paa su posterior transporte".

Jerarquía

En una estructura muy jerarquizada, El Tarta mantenía una importante red de petaqueros, a juzgar por la gran cantidad de combustible incautado por agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga.

Entre zulos y almacenes había repartido la banda tres embarcaconers principales, según ha difundido la Guardia Civil. Los agentes las han econtrado equipadas con potentes motores de 300 caballos. Además, utilizaban dos coches todo terreno robados que les servían de furgones para mover el hachís que habían traído de Marruecos.

La organización desplegaba en sus alijos dispositivos de geolocalización, un teléfono satelital -de difícil intervención- y un GPS náutico. En los almacenes de la droga, además, dipsonían de cámaras de seguridad.

De momento, además de las detenciones, se han realizado 20 registros en viviendas de Lebrija, San Eoque, El Palmarde TRoya, Sanlúcar de Barrameda, Rota y Trebujena.

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