Dos claves sobre las turbulencias en los mercados

Las caídas tanto de la renta variable como de la renta fija han originado la salida de varios billones de dólares en los últimos días hacia posiciones de liquidez. La combinación de tres temores con cierta probabilidad (recesión, estanflación y cambio estructural en el comercio mundial) hace difícil saber hasta dónde puede llegar el mercado, pero sí permite echar mano a algunos patrones de comportamiento que se repiten con cierta frecuencia. Una breve evidencia al respecto: las tres grandes caídas en un mismo día de las últimas cuatro décadas en el S&P 500 (1990, 2009 y 2022) precedieron subidas de hasta el 59% un año después.

Pero quizá el elemento más importante es que esta crisis se produce en un mes en el que se van a conocer las cuentas de resultados de las compañías cotizadas correspondientes al primer trimestre de este año. Teniendo en cuenta el comportamiento de los fundamentales y que los aranceles han tenido efectos reales hacia el final del trimestre, los resultados de las empresas probablemente sean similares o mejores de lo esperado y, por tanto, ayudará a estabilizar las expectativas sobre algunas compañías, especialmente aquellas firmas que están sincronizadas con la fase de desaceleración del ciclo económico en la que viven la mayor parte de las economías desarrolladas: del sector financiero, farmacéuticas, de consumo defensivo o de servicios inmobiliarios, entre otros.