ENTREVISTA
Diego Fernández (Port Hotels): "El cambio climático es una oportunidad para desestacionalizar el sector turístico"
Acaba de aterrizar como CEO del grupo hotelero, una empresa familiar liderada por Toni Mayor y su hija Ana, con 11 hoteles repartidos por la Costa Blanca. Con más de 20 años de experiencia en el sector, donde ha desempeñado cargos directivos en el Palladium Hotel Group, su objetivo es impulsar el crecimiento sostenible de la cadena

Diego Fernández Pérez de Ponga, consejero delegado de Port Hotels. / Álex Domínguez
Miguel Vilaplana
PREGUNTA (P.) Aterriza en una empresa familiar, que desde hace muchos años está apostando por la profesionalización de toda su capa directiva. La compañía justifica su fichaje en su intención de acelerar este proceso y acometer un ambicioso plan de expansión.
RESPUESTA (R.) Tengo una extensa trayectoria en el sector, pero para mí supone un auténtico honor formar parte del equipo de Port Hotels y contribuir a su evolución. Me incorporo a una empresa con más de 60 años de historia y un legado increíble en el turismo. Nos esperan años apasionantes llenos de desafíos que superaremos apoyándonos en el talento humano, la creación de experiencias memorables, la excelencia en el servicio y el compromiso con nuestro entorno. Con todo ello, estoy plenamente convencido de que nos aguarda un futuro repleto de éxitos.
P. ¿Cuáles son los proyectos que tienen por delante?
R. El objetivo es ganar tamaño. En la actualidad tenemos 11 hoteles con cerca de 2.000 plazas ubicados en Dénia, Calpe, Alicante, Valencia, Elche y Benidorm, y en breve vamos abrir otro en este mismo municipio que nos va a aportar otras 124 habitaciones. Pero no se trata de crecer por crecer, sino de crecer a través de movimientos estratégicos que le aporten valor a la compañía y a su marca. Cualquier apertura, compra o gestión de hotel tendrá que cumplir con los estándares y los servicios que queremos prestarles a nuestros clientes. En definitiva, impulsar un crecimiento sostenible, rentable y con productos de los que podamos sentirnos orgullosos.
P. ¿Pero solo con recursos propios o recurriendo también a activos de fondos de inversión?
R. Lo de los fondos de inversión es un movimiento natural que tienen que hacer las cadenas, porque, al final, el crecimiento con fondos propios está limitado: como mucho, podemos plantearnos dos o tres hoteles en un marco de 10 años. Pero abriendo 15 hoteles en el mismo periodo tu marca se multiplica, y eso solo es posible llegando a acuerdos con capitales externos. Insisto en que lo que buscamos es un crecimiento sostenible, pero al mismo tiempo ambicioso. ¿Por qué no podemos pelear con las grandes cadenas gestionando más establecimientos? Llevamos 60 años haciéndolo de manera rentable y hemos demostrado que es posible. Así que, en definitiva, el objetivo es que, cuando crezcamos con fondos propios, lo hagamos de manera muy pensada en activos ganadores que aporten valor, y luego, en la otra parte del negocio, entrar de lleno en la gestión. Si los demás pueden, nosotros también podemos hacerlo.
P. Pero, por lo que me dice, pisando con pies de plomo...
R. Nosotros tenemos una máxima que es no poner en riesgo la sostenibilidad de la compañía. O sea, no entraremos nunca en una operación que pueda poner en riesgo a la empresa por muy buena que pueda ser, ni en compra ni en gestión en alquiler. Hay que hacerlo siempre con cabeza, pero hay multitud de formas de gestionar y de abrir hoteles, y lo que estamos haciendo es empezar a explorar todas ellas.
P. ¿Se han marcado alguna meta?
R. Nos gusta posicionarnos en capitales de provincia, nos gusta el sol y playa prémium. Y en ese ámbito, uno de los primeros hitos que tiene que conseguir la compañía es alcanzar los 100 millones de euros de facturación. Este año vamos a cerrarlo con unos 76 millones, pero, como digo, hay que llegar a los 100, porque no hay muchas compañías en España que alcancen esos niveles. Y espero que se pueda conseguir pensando en un horizonte que situamos entre 2026 y 2027.
P. ¿Estamos hablando de unos objetivos reales?
R. Estamos situados en un destino, como es la Costa Blanca, con muchísimas posibilidades. Trabajamos en capitales de provincia, trabajamos en un sol y playa de primer nivel, en un destino con 300 días de sol al año. Por lo tanto, se trata de un destino ganador al que hay que sacarle muchísimo partido, y en eso estamos.
"Hay que tomar las medidas necesarias para regular la vivienda turística ilegal"
PREGUNTA (P.) Los pisos turísticos están desde hace tiempo en boca de todos por su importante impacto sobre el mercado de la vivienda, pero también por la gran competencia que suponen para los hoteles.
RESPUESTA (R.) Todo lo que sea oferta reglada es fantástico para el destino, pero lo que se tiene que hacer es tomar las medidas necesarias para regular todo el tema de la vivienda turística ilegal. La Generalitat Valenciana, por ejemplo, ha puesto en marcha un programa para que los municipios y las comunidades de vecinos tengan la capacidad de tomar decisiones en este aspecto. Debemos seguir con este plan hasta el final y ver cómo se aplica en el día a día.
P. ¿Qué impacto está teniendo sobre el sector esta competencia no regulada?
R. Lo que corrompe la imagen de un destino como pueda ser Benidorm es la oferta ilegal de un piso en el que se meten 15 personas, un turismo que genera inseguridad y malestar entre residentes. Si el negocio es legal, paga sus impuestos y cumple las medidas de seguridad, bienvenido, porque aumenta las capacidades de las ciudades y a veces asume las demandas que no son capaces de absorber los hoteles. No es el caso de Benidorm, pero hay ciudades donde hay pocos hoteles y que pueden tener turismo u organizar eventos gracias a estos pisos. Es una actividad que puede resultar interesante, pero siempre dentro de la legalidad.
P. ¿La empresa va a continuar apostando por la Costa Blanca o pretende ir más allá?
R. Hay ganas de mirar más allá. Es una compañía familiar con una área de actuación en la que en hora y media en coche están todas sus propiedades. Pero hay que romper ese paradigma, siempre que haya una opción que, como decíamos antes, no ponga en riesgo la viabilidad de la compañía. Estamos abiertos a todo, incluso a la opción de cruzar el charco, pero es algo que se tendrá que analizar conforme vayan surgiendo las diferentes oportunidades.
P. ¿Y en cuanto al tipo de hoteles?
R. Vamos a mantener nuestra filosofía de contar con un segmento de tres estrellas, un campo que está siendo olvidado por muchas compañías hoteleras que se están saliendo del mismo, lo que propicia que haya un cliente que se está quedando sin esa oferta que nosotros queremos que sea de calidad. Insisto en que se trata de un segmento importantísimo y muy rentable que, en nuestro caso concreto, está peleando en servicio y en infraestructuras con el cuatro estrellas de la zona. Y luego, apostar por un cuatro estrellas de categoría superior, en base a una diferenciación en la parte gastronómica y de experiencias dentro del establecimiento. De hecho, en los últimos tiempos hemos realizado inversiones muy importantes en este sentido, para que nuestros clientes sientan que les ofrecemos un trato diferenciado y exclusivo.
P. ¿En qué momento se encuentra el sector después del duro impacto que supuso la pandemia de coronavirus?
R. Fue duro para todo el mundo, pero la industria hotelera fue la que más sufrió durante el covid, aunque también una de las que más rápido volvió a crecer y la que más está sosteniendo ese crecimiento. Las perspectivas para nosotros y para el sector siguen siendo buenas. Desde que se dio por terminada la pandemia, nosotros llevamos encadenando incrementos del 25% o el 30%, y para este año estaremos entre el 13% y el 15%, dependiendo de cómo termine el último trimestre, que de momento va bien.
P. ¿Y eso está basado en la ocupación o en el incremento de los precios del que tanto se está hablando?
R. Nosotros hemos incrementado muchísimo los porcentajes de ocupación de la temporada alta y ahora, ya en los primeros meses de la de invierno, hemos tenido un 15% más de personal contratado, lo que es una excelente noticia para la zona, porque quiere decir que ha habido más negocio. En cuanto a los precios, aproximadamente la subida habrá sido del 9%, un porcentaje reducido gracias, entre otras cuestiones, a que la ocupación ha sido elevada, también en las temporadas bajas.
P. El sector anda preocupado por los efectos del cambio climático, sobre la base de que el aumento de las temperaturas podría reducir la afluencia de visitantes en la época de verano. ¿Cómo ve usted el panorama?
R. Habrá que ver lo que sucede, pero el cambio climático es una oportunidad para la desestacionalización y, de hecho, ya la está propiciando. Algo que considero positivo, porque los destinos necesitan desestacionalizar, quitarles tensión a las temporadas altas. Para las compañías es importantísimo que no haya picos de ocupación, porque en los picos la operativa se vuelve muy compleja. A nosotros nos viene muy bien que se estabilicen las ocupaciones, de manera que las temporadas altas tengan menos gente y las temporadas bajas más, alineándolas y contando con unas plantillas estables durante todo el año.
P. ¿Los precios elevados también están contribuyendo a que la demanda esté bajando en plena temporada alta?
R. Los clientes al final están viajando menos en verano por las temperaturas y también, puede ser, por los precios, porque hay una percepción que a veces es real y a veces no, dependiendo del destino, de que las temporadas altas son muy caras... Así que, efectivamente, hay destinos que están bajando ocupaciones en julio y agosto, también por la masificación, y creo que va a ser una tendencia de futuro. Pero si se va repartiendo la clientela en el conjunto del año, es una excelente noticia, porque la desestacionalización es necesaria.
P. Una polémica que ha aflorado en las últimas semanas es la del nuevo registro de viajeros que va a exigir el Gobierno a los hoteles a partir de este mismo octubre. El sector alega que es una normativa imposible de cumplir por la falta de medios y su complejidad. ¿Está de acuerdo?
R. No tiene ningún sentido que nosotros le estemos pidiendo detalles a los clientes que en muchas ocasiones no aportan ningún tipo de valor y no se tengan registradas a las miles de personas que entran, por ejemplo, en las viviendas turísticas ilegales. Es decir, si entra una persona con antecedentes penales o en búsqueda en un hotel la policía lo sabe, pero no se tiene ningún tipo de control con estos pisos. Es ahí donde, en mi opinión, se tienen que concentrar los esfuerzos, porque considero que hay prioridades mucho más importantes y urgentes que meterle burocracia a la operativa del principal sector de este país.
P. ¿En el sector se sienten suficientemente respaldados por las diferentes administraciones públicas?
R. El sector turístico es un creador de riqueza y empleo incalculable, y no creemos que se ponga en duda su importancia. En la Comunidad Valenciana, sin ir más lejos, genera el 16% del PIB, y en otras zonas de la Península también tiene un gran peso. Por lo que sí, en este sentido nos sentimos reconocidos.
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