Entrevista
Rigoberta Bandini: "'Jesucrista Superstar’ es una mujer desquiciada, que soy yo y somos todas"
Tras una primera etapa vertiginosa, la catalana Paula Ribó (Barcelona, 1990) retoma su carrera después de un parón sanador de dos años con un ambicioso segundo álbum impregnado de teatralidad, carácter feminista e intención reparadora

La artista catalana Rigoberta Bandini (Paula Ribó), en el Hotel Casa Fuster de Barcelona este 21 de marzo. / Jordi Otix
Ignasi Fortuny
Tras dos años fuera del foco, vuelve a escena. Le ha dado tiempo, imagino, de mirar atrás. ¿Qué ha visto?
Ahora cuando miro atrás entiendo muchas más cosas, me entiendo más, me perdono más por la pausa que necesité. Sentía una parte de culpa y me decía: "¿Tú no puedes?". Me siento bien por haberme tomado el tiempo de reencontrarme con lo que más me gusta, que es componer canciones. Había algo que me daba mucho miedo y es que, con la cosa esta de la mirada externa, perder mi máximo tesoro, que es la conexión conmigo misma. Cuando compongo es como ir a terapia.
En su momento notó la necesidad de parar, pero, ¿cuándo siente la necesidad de volver?
Cuando tengo varias canciones que siento que quiero sacar, que me queman en las manos. Tuve claro que esta segunda etapa tenía que ser un álbum. Me quería poner este reto artístico, saber si sería capaz de hacerlo. Cuando encontré un caminito las ganas ya eran incontrolables.
La composición es una cosa íntima, pero ahora, en el momento de presentarlo, ¿ha sentido otra vez la sensación de vértigo por el hecho de volver a exponerse?
Cuando uno está expuesto, hace muchas declaraciones; cuando tu voz se escucha mucho, hay un punto de inseguridad siempre... Pero ahora estoy muy diferente de cuando empezó el proyecto. He entendido muchas cosas. Sobre todo, me siento muy liberada por no querer gustar a todo el mundo. Nunca lo he querido, siempre he hecho lo que me ha apetecido, pero es verdad que en la primera etapa me frustraba cuando sentía que no todo el mundo conectaba con mi música. Me siento bendecida de que no todo el mundo conecte con mi música, es clave para mi libertad.

Rigoberta Bandini, en una imagen promocional. / Artur-Pol Camprubí / Maria Rodenas
Es un disco largo, de 22 canciones. ¿Tiene algo de pagar, ya de entrada, su deuda con los fans?
[Risas] No me siento en deuda con nadie, pero sí había ganas por mi parte de entregar mucho. Mi público siempre ha vivido con ‘singles’ a cuentagotas. ¡Creo que he publicado en un día el mismo número de canciones que he hecho en cinco años! Durante este tiempo he apreciado mucho el amor del público. Cuando lo veía con otros artistas me parecía una cosa muy extraña. Cuando un proyecto crece, tú sigues siendo una hormiguita, muy vulnerable, y hay un conjunto de hormiguitas que hacen una red que es importantísima, realmente siento su amor.
Sus canciones ya tenían una parte de teatralidad, pero en este disco se ha reforzado.
Es inevitable. Este álbum lo siento como un personaje… ‘Jesucrista Superstar’ es tan ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, es una mujer desquiciada, que soy yo y somos todas… Y era imposible retratarla sin teatralidad y humor.
De hecho, a mí me parece algo así como un disco-musical. ¿Partieron de esta idea?
Cuando lo escucharon, personas cercanas me dijeron: “Esto parece un musical”. Y sí, tiene algo de musical. El título, la poca homogeneidad, tiene muchos géneros y, por supuesto, la teatralidad. Nos lo llegamos a plantear, pero queríamos hacer una gira con grandes aforos y queríamos que la gente bailase… En un teatro la gente no puede bailar. Y, al final, lo que hemos hecho, que lo estoy trabajando con Enric Cambray, que ha dirigido algunos musicales, es que estamos creando un directo que es un concierto, porque lo es, pero hemos cogido muchas cosas del musical, con la realización, los cambios de vestuario, algunas de las coristas son actrices de musical…
"Me siento bendecida de que no todo el mundo conecte con mi música, es clave para mi libertad"
Siempre ha jugado a resignificar tópicos vinculados con la feminidad y ahora le hace honores a un icono despellejado como Pamela Anderson.
Siento que no lo puedo evitar, son ejercicios artísticos que me aparecen constantemente sin yo ser muy consciente. Siempre me ha gustado provocar un poco, y este tipo de ejercicios te colocan en un sitio que a mí me gusta colocar al público y a mí misma.
Las canciones del disco podrían ser conversaciones terapéuticas entre amigas.
Es un disco que habla bastante de la amistad. Es mi realidad, cuando tengo problemas hablo con mis amigas, y quería hacer un homenaje a esta otra familia, que es la de la amistad.
Además, hoy de manera oficial, ha inaugurado el Club Xavalas Tristes [por la canción 'C.X.T.'] para celebrar la facilidad y el don para la comunión que tienen sus canciones.
Me siento afortunada de que haya gente que sienta esto. Es verdad que, intentando universalizar las emociones, me siento muy cómoda en el costumbrismo, bajar las ideas a lo coloquial, me gusta hablar de cosas grandes de la manera más pequeña posible porque creo que es la manera más fácil de entrar en la emoción.
Hay muchos miedos propios y colectivos compartidos en el álbum. ¿Eso demuestra seguridad en sí misma o que necesita compartirlos para estarlo?
[Piensa] Por un lado, con este disco me he notado con menos miedo. He perdido mucho el miedo a la mirada externa que te quiere validar y he publicado canciones que hace dos años no habría publicado. Que haya gente que abrace este mensaje hace que no me sienta sola. Hay algo de ‘put your shit together’ que me hace juzgarme menos y estar mejor.
"He perdido mucho el miedo a la mirada externa que te quiere validar"
Esa mirada externa, machista, el juicio permanente hacia la mujer y, particularmente, a la mujer artista está muy presente en sus letras. ¿Es algo que la ha lastrado mucho?
[Piensa] Sí, esta muy implícito en mis letras. Esta inseguridad ataca por muchos lados y creo que el mundo es más feroz con las mujeres. No podemos envejecer, podemos ser listas pero no mucho, podemos ser madres y trabajar pero cuidado…
En ‘Aprenderás’ dice que al menos ahora “monetiza” sus heridas.
Totalmente, es mi trabajo. Esta frase es una invitación a todas las personas que creen que pueden monetizar sus heridas, es otro camino.
Hace un par de años le preguntaba si le daba miedo que, al volver a la música, el público se hubiera olvidado de usted. Claramente, no le da miedo, anunció una gira de grandes pabellones, entre ellos el Sant Jordi (28 de junio).
Fue frenarlo todo, ver el horizonte y darme cuenta de toda la gente que me apoya. Por eso este disco tan extenso y una gira muy ambiciosa, para regalarles un directo increíble.
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