Los pueblos estallan contra los "colonos" de ciudad: "Hay conflictos muy graves"

Representantes rurales respaldan a Asturias Ganadera y exigen medidas a las administraciones para "evitar males mayores"

Paisaje de las Ubiñas, cerca de Jomezana. | Julián Rus

Paisaje de las Ubiñas, cerca de Jomezana. | Julián Rus / C. M. Basteiro

Mieres del Camino

La polémica por los "colonos" de los pueblos sigue encendida. Tras la denuncia de Asturias Ganadera por los "conflictos" que están generando en los pueblos "personas que llegan de la ciudad y que no respetan las normas", varios representantes vecinales del ámbito rural han querido sumarse a la protesta. Las quejas se han sucedido en los municipios de Morcín, Lena y Mieres: "Puede que haya quien se lo tome a broma, pero lo cierto es que hablamos de conflictos graves que afectan a nuestro día a día". Respaldan la exigencia de Asturias Ganadera para que las administraciones tomen "medidas de forma urgente" para evitar "males mayores".

La polémica de "los colonos" surgió, sobre todo, tras la crisis sanitaria del covid-19. Fue entonces cuando los pueblos, especialmente en la zona rural de las Cuencas por las condiciones económicas de las viviendas, recibieron nuevos vecinos que llegaban desde ciudades. En Asturias Ganadera dejan claro que su protesta no es "generalizada" contra "todos los que llegan de la ciudad". Sino "contra los que llegan y no se adaptan a las costumbres, las normas y la tradición que hay en la zona rural". "Un pueblo es mucho más que una casa con prau", añaden. Y acusan a los "colonos" –como los denominan– de "querer imponer su forma de vida, quieren acondicionar urbanizaciones de ciudad en los pueblos". "Les molesta todo, el cucho y los cencerros", añadieron.

Las zonas de paso están entre las principales razones para el conflicto. "En muchos casos, no están respetando las zonas de paso, las servidumbres. En general, las normas para una correcta convivencia en los pequeños pueblos y aldeas". "Hay lugares destinados para el aparcamiento, para la vida social y también para el paso de animales".

Los animales, el otro estandarte de "la batalla". "No respetan ni al ganado ni a los perros pastores", afirman en Asturias Ganadera. Extremo que respaldan distintas entidades vecinales del ámbito rural: "Las ganaderías tienen que vivir, para su bienestar, en un entorno muy cuidado". "Por ejemplo, no se pueden meter perros de fuera con un rebaño; los animales se espantan y esto genera el doble de trabajo para el ganadero y también malestar entre los animales".

Los perros pastores generan conflictos prácticamente a diario. Según los ganaderos y vecinos del ámbito rural, "los visitantes, también en algunos casos estas personas que acaban de llegar a los pueblos, no dejan de acariciarlos y de darles comida". Una conducta, destacan, "del todo incorrecta". Recuerdan que los perros pastores se educan "durante meses o años" para cuidar del ganado y proteger las propiedades. Si se acostumbran a los desconocidos, ya no podrán hacer su trabajo. "No se dan cuenta de que, con mimos y comida, los condenan".

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