Vides mejor adaptadas y que brotan más rápido, así son las plantas nacidas de las cepas madre de la DOP Cangas

Los viticultores cangueses reciben en abril 1.400 ejemplares reproducidos de los clones seleccionados cuyo destino será una plantación nueva de albarín blanco y sustituciones en viñedos

Miembros del consejo reguladro de la DOP podan el viñedo experimental.

Miembros del consejo reguladro de la DOP podan el viñedo experimental. / D. Álvarez

Cangas del Narcea

Plantas que se adaptan mejor, que brotan más rápido y con más fuerza. Son algunas de las cualidades que los viticultores están notando en las plantaciones que realizan con vid reproducida de las cepas madres que la Denominación de Origen Protegida (DOP) Vino de Cangas atesora en su plantación experimental, situada en Cangas del Narcea, en una parcela de la antigua escuela taller. Allí hay una selección de los mejores clones de las cuatro variedades autóctonas: albarín blanco y negro, carrasquín y verdejo negro.

Recientemente se podó la parcela y se han seleccionado sarmientos para enviarlos a un vivero de Navarra, homologado para el desarrollo de plantas certificadas, que se encargará de obtener nuevos ejemplares. Un proceso que se lleva realizando desde 2021 y que por ahora está arrojando buenos resultados.

Forma en la que se envían los sarmientos al vivero.

Forma en la que se envían los sarmientos al vivero. / DOP Vino Cangas

“Hacer plantaciones nuevas o hacer reposiciones con estas vides te asegura tener la variedad al cien por cien y te da una garantía sanitaria, además de que se está viendo que nacen con más fuerza que otras plantas adquiridas en vivero”, asegura la directora técnica de la DOP, Alicia Fernández.

En 2003 comenzó el proyecto de selección clonal de las variedades de uva características de la DOP Vino de Cangas. El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) fue el encargado de someter a las plantas, que habían sido seleccionadas de los viñedos de la DOP, a exámenes para determinar cuáles se adaptaban mejor al clima o producían más. Luego pasaron por un tratamiento en vivero para eliminar los problemas fitosanitarios. Un trabajo que dio lugar en 2017 a una plantación de vides de las cuatro variedades con una pureza genética certificada y libres de enfermedades, listas para multiplicarse. En 2021 se comenzaron a recoger los sarmientos de estas cepas madre para enviarlos al vivero a multiplicarse y ponerlas a disposición de los viticultores.

En abril llegan 1.400 plantas de vid nacidas de los sarmientos recogidos en el invierno de 2024. Servirán para hacer reposiciones en viñedos existentes y también para una nueva plantación de albarín blanco.

Miembros del consejo regulador de la DOP podan el viñedo experimental.

Miembros del consejo regulador de la DOP podan el viñedo experimental. / D. Álvarez

Lo recogido este año también tiene destino fijado, ya que siempre se hace bajo pedido de los viticultores, y se repetirá el patrón. Las plantas que lleguen en 2026 también servirán para hacer sustituciones y para hacer una nueva plantación de albarín blanco.

Desde la dirección técnica de la DOP animan a los viticultores a utilizar este servicio y adquirir las plantas que se multiplican de estos clones seleccionados ya que “se garantiza la sanidad y la autenticidad de la variedad, algo que no es posible cogiendo la madera de los viñedos particulares, con ello se asume el riesgo de que la variedad no sea cien por cien o que puedan tener algún tipo de enfermedad y que en unos diez años la plantación pueda morirse”. Además, insisten en que parten de clones de las vides que mejor se adaptaron y que eso se está notando en las plantaciones que se han realizado a lo largo de estos cuatro años. 

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