Opinión | CRÍTICA / tEATRO

La barba y las mariposas

El recital de Botto, Levi y Pelayo conmueve a los avilesinos

Walt Whitman tiene sombrero y barba blanca muy poblada. Parece más viejo de lo que es en realidad: murió con 72 años. Con todos ellos recorrió el siglo XIX. Que en Estados Unidos fue una centuria pionera. En Europa, no. Europa, por entonces, abandonaba -más o menos- el Antiguo Régimen y se abría hueco en el parlamentarismo general. Y eso se nota en la forma de escribir: de Whitman, pero también de sus coetáneos a este lado del Atlántico. Whitman es el autor de "Hojas de hierba" –la primera edición es de 1855, luego hubo muchas más–. Se trata de un libro cumbre del romanticismo norteamericano y, por lo tanto, universal, ese movimiento literario que, en España, habían practicado Larra y Espronceda, en Reino Unido, Lord Byron o Mary Shelley o en Alemania, Goethe, su inventor. A su manera.

Digo esto por ubicar al poeta en el momento de la historia en el que se desarrolló porque Juan Diego Botto, Nur Levi y Alejandro Pelayo, los tres que ofrecieron el recital poético musical de este domingo en el teatro Palacio Valdés , son más partidarios de dejar hablar a los poemas solos. Y eso está bien, si luego no hay que aclarar que "Oh, capitán, mi capitán" se escribió tras el asesinato del presidente Lincoln.

Lo cierto es que los poemas –en inglés, dos– y las piezas a piano de Pelayo con un ciclorama de telón de fondo siguen acongojando. Y es así porque esos 72 años de Whitman por el mundo hace tiempo que probaron que servían para explicar de qué va la vida. Lorca, por ejemplo, escribió: "Ni un solo momento, viejo hermoso Walt Whitman,/ he dejado de ver tu barba llena de mariposas, / ni tus hombros de pana gastados por la luna." n

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