Opinión | El Gasómetro

¿Lo imposible?

La gestión de las grandes crisis con un mando único, estructurado y jerárquico

Pese a la abrumadora evidencia científica, todavía quedan negacionistas del cambio climático ignorando datos objetivos como la pérdida de espesor del hielo de los polos terrestres, el retroceso de los glaciares, el aumento de la temperatura de los mares y la secuencia de cambios encadenados que van modificando el clima afectando a nuestro modo de vivir. Nada se escapa al efecto derivado del desarrollo humano, o mejor, de una parte de la humanidad.

Ese aumento de la temperatura del mar está en el origen de peligrosos eventos meteorológicos, como el vivido esta semana. Las imágenes emitidas por los canales de televisión recuerdan a la película "Lo imposible", dirigida por José Antonio Bayona, en la que se recrea con enorme realismo la llegada del tsunami a las costas de Tailandia en el año 2004.

La impresionante fuerza del agua arrastrando todo cuanto encontraba a su paso barranco abajo, atravesando núcleos de población y dejando un rastro de desolación y un disparate de vidas humanas perdidas, se asemeja a las imágenes del cine con el mar avanzando con fuerza tierra adentro. Los expertos vienen avisando hace años del enorme riesgo que supone la alta temperatura que acumula el Mar Mediterráneo, pero también de la inadecuada planificación urbanística en muchas zonas de nuestro país. Lo imposible ya ha sido posible en la ribera del Mediterráneo; sin embargo, lo que parece casi imposible es que seamos capaces de estar preparados y actuar ante eventos extremos.

Está fuera de lugar en este momento el debate sobre la eficacia, cronología y seguimiento de las alarmas, mientras los cadáveres y el destrozo de bienes e infraestructuras permanece delante de nuestra mirada; tiempo habrá para ello. La prioridad estos días debería ser movilizar todos los recursos posibles, los oficiales y los voluntarios, para ayudar a quienes lo han perdido todo, incluidos familiares y amigos.

Recientemente veíamos a los estadounidenses desalojar sus casas para salvar sus vidas ante la alerta de llegada de un peligroso huracán. Aquí, cuando avisan de temporal en el mar, nos vamos al litoral a hacer fotos y ver si nos moja la ola.

Pensábamos que la pandemia nos había enseñado, entre otras cosas, que las grandes crisis deben a gestionarse con un mando único, estructurado y jerárquico, para ayudar a salvar vidas y bienes, pero no ha sido así, en España lo imposible siempre puede volver a suceder.

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