La Inteligencia Artificial de Beatriz salva vidas

ASTURIANOS EN GIJÓN: Beatriz Remeseiro

Julián Rus

Eduardo Lagar

Beatriz Remeseiro, profesora titular de Inteligencia Artificial. Nacida en 1985, es uno de los talentos más prometedores del Centro de Inteligencia Artificial de la Universidad de Oviedo, que está ubicado en Gijón, en el edificio de Marina Civil.

"Trabajo en visión artificial, un área dentro de la Inteligencia Artificial (IA) que analiza datos visuales, imágenes o vídeos, información visual, con diferentes técnicas de aprendizaje automático o ‘deep learning’. En el grupo de Antonio Bahamonde (catedrático responsable del Centro de Inteligencia Artificial de la Universidad de Oviedo), he trabajado mucho en sistemas de recomendación de restaurantes, en aplicaciones tipo Tripadvisor, analizando las imágenes que los usuarios sacan a la comida para intentar ver qué les gusta. Una imagen vale más que mil palabras, ¿no?".

"He trabajado en muchas aplicaciones en el ámbito médico para ayudar al diagnóstico en enfermedades como la enfermedad de ojo seco, retinopatía diabética. Ahora estoy trabajando en detectar problemas de placa esclerótica en imágenes de la arteria carótida y vamos a empezar un proyecto con el Hospital de Jove analizando mamografías. Dentro del programa de ‘screening’ del cáncer de mama, cada uno o dos años, se cita a las pacientes y se saca una mamografía que se archiva en su historial y se analiza si hay algún pequeño tumor o no. El equipo del doctor Vizoso comprobó que en algunos casos en esas imágenes aparecen unas calcificaciones que en un programa sobre cáncer de mama se pasan por alto, pero sí que están relacionadas con que esa paciente tenga en el futuro un infarto o un ictus. Ahora, con técnicas de Inteligencia Artificial buscaremos qué hay exactamente en las imágenes de esas calcificaciones que nos permitan decir si va a haber un evento cardiovascular en el futuro".

"Buscamos patrones de información en las imágenes que a los médicos, si lo hacen de manera manual, les lleva muchísimo tiempo. Es algo que requiere mucho entrenamiento y es una tarea subjetiva: depende de si los especialistas están más o menos cansados cuando miran esa imagen o si tienen la suficiente experiencia, un factor determinante. Nosotros hacemos un procesado automático de las imágenes que proporciona información al especialista, que luego, por supuesto, es el que tiene que tomar la decisión final. Esto permite ahorrar tiempos, costes. El especialista, en vez emplear tiempo en analizar las imágenes, puede estar atendiendo las pacientes, lo que reducirá la listas de espera, y además los procedimientos serán más objetivos".

"Los avances en IA que se van a producir ni nos los podemos imaginar. Bienvenidos sean. Y muchas veces no somos conscientes, pero la IA ya está en todas partes. Desbloqueamos el móvil con reconocimiento facial: eso es IA. O estamos viendo Netflix y nos hacen una recomendación por nuestros gustos: eso es IA. O los coches autónomos que están ahí ya, arrancando, valga la redundancia. Miremos por donde miremos, alrededor tenemos Inteligencia Artificial. Entonces, es muy importante la educación, que los niños aprendan a gestionar no solo las redes sociales, que es de lo que habla todo el mundo, o de qué se pueden encontrar en internet, sino también otro tipo de tecnologías más avanzadas. Que sepan hacer un buen uso de esas tecnologías, incluso que puedan entenderlas a un nivel básico. Hay mucho trabajo que hacer a nivel educativo".

"La IA debe ser muy transparente. Si vamos a un banco a pedir un préstamo y hay un sistema basado en Inteligencia Artificial que analiza nuestro perfil y toma una decisión de darnos o no un préstamo, tenemos que saber en qué se ha basado. La IA debería ser explicable también".

"Hoy, el conocimiento de la Inteligencia Artificial por parte de la sociedad es bastante limitado. Cuando damos charlas en institutos o a gente más mayor, sí que vemos que tienen un poco de miedo. El desconocimiento causa miedo. Y cuando hablamos de su aplicación al ámbito médico, dicen: ‘Prefiero que me vea un doctor y no una máquina’. Lo que tienen que ver y entender es que el conocimiento que tiene la máquina lo ha aprendido de un médico, ha entrenado con muchos datos, ha visto un montón de pacientes que un médico a lo largo de su vida no podrá ver. Pero, en todo caso, nunca se va a reemplazar la figura del médico. Y esto lo podemos aplicar a otros ámbitos".

–¿Le preocupa el impacto de la revolución digital en los niños?

–Tengo un hijo de 2 años, así que todavía no estoy muy preocupada por las redes sociales, pero sí que es verdad que a veces estamos tanto tiempo con el móvil en la mano que, con 2 años, él ya quiere el móvil. Igual tenemos que aprender a dejar el móvil en la puerta de casa, porque nosotros somos el espejo en el que ellos se miran. Es superimportante que el acceso a toda la tecnología sea controlado por los padres, por el ámbito educativo, que sepan utilizar esas herramientas. Hace poco leía que el porno llega a los niños a los 8 años. Ahora se plantea el debate sobre si utilizar móvil o tablets en la docencia. Pues quizá ya tienen bastantes pantallas en su día a día. La educación primaria no es lo mío, yo estoy en la universitaria, pero quizás haya que volver a trabajar con las manos, a relacionarse con las personas y no tanto con las máquinas, ¿no?

–La he googleado y encontré que fue árbitra de fútbol sala.

–Llegué a pitar la División B, categoría masculina. Y en categoría femenina, incluso pité la final de la Copa de España. Fueron como ocho años y me aportó mucho, te encuentras con situaciones difíciles que tienes que solucionar en tiempo récord. Y luego, en cuanto a presencia de mujeres, encuentro paralelismos con el mundo de la informática. Solo éramos cuatro chicas en categoría nacional en Galicia, donde pitaba, y en algunas comunidades no había ninguna. Los porcentajes de chicas que están estudiando Informática son muy similares, muy bajos. En todas las carreras tecnológicas, sobre todo en las ingenierías. Coordino un programa de la Universidad que se llama ‘Inspira STEAM’, donde buscamos romper estereotipos, que los niños y las niñas conozcan lo que hacen ciertas profesiones y elijan con libertad lo que quieren ser de mayores. Que no rechaces estudiar Informática porque tienes una idea equivocada de los informáticos, que en las películas los caracterizan como el típico friki asocial que está en su cueva.

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