Entre montones de basura, restos humanos, prácticamente a oscuras y dependientes de un dueño que no escatimaba en alimento, pero parecía no tener aprecio alguno por la higiene. Así vivían los once perros (dos adultos y dos cachorros) rescatados por la Protectora de Animales del Principado de Asturias la tarde noche de este lunes del piso del número 2 de la calle Lucas Rodríguez Pire, en La Corredoria, donde un hombre de 45 años fue detenido el lunes al descubrir la Policía Nacional que convivía con el cadáver de su madre, a la que los vecinos no habían visto desde hace años.

Los guardianes de los animales locales fueron los primeros en acceder y los últimos en salir del 2ºB del bloque, donde se encontraron un panorama desolador. El detenido advirtió antes de nada que tenía once perros y tres gatos en la vivienda. Fue por eso que los empleados del albergue municipal hicieron de avanzadilla, asegurándose de que no había ningún perro peligroso que pudiera entorpecer la actividad policial. En la vivienda apenas había luz (solo funcionaba una bombilla de una habitación en la que no llegaron ni a entrar), pero rápidamente, «casi a ciegas», se toparon con los once canes desperdigados por distintas dependencias del piso.