La implantación de parques de baterías en Asturias es un asunto polémico que ha estado desde su origen rodeado de más dudas que certezas. A pesar del notable rechazo social, numerosos expertos coinciden en que este tipo de instalaciones son «imprescindibles» para la tan esperada transición energética y que la región debe aprovechar la oportunidad de liderar un sector que prevé registrar un crecimiento exponencial en los próximos años. «No abordar este reto y esta oportunidad que solo vamos a tener una vez, más allá del aspecto técnico y tecnológico, es un lujo que no nos podemos permitir», insistieron en una jornada informativa organizada ayer por LA NUEVA ESPAÑA con el Patrocinio del Ayuntamiento de Siero.
El encuentro contó con la presencia de Pablo García, doctor en Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Oviedo; Jaime Bleye, jefe del área de lucha contra incendios en el Centro Jovellanos de Salvamento Marítimo; y Adriano Mones, presidente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE). La jornada estuvo dirigida por Javier Izquierdo, director técnico de AEDIVE. «Estamos en una transición energética en la que el papel de las baterías es fundamental. Vamos a pasar a convivir con baterías de litio, pero esto no es algo nuevo, llevamos muchos años con ellas en el bolsillo», incidió este último en referencia a los móviles.