El novio de Alejandra Rubio, que acaba de abrir su propio negocio, pide ayuda en las redes: "A reventar"

Carlo Costanzia acaba de abrir una barbería en un barrio de Madrid

El novio de Alejandra Rubio, que acaba de abrir su propio negocio, pide ayuda en las redes: "A reventar"

Benito Domínguez

El pasado lunes echó a andar el proyecto empresarial de Carlo Costanzia, novio de Alejandra Rubio, una barbería en un barrio de Madrid y ahora pide ayuda en las redes: "A reventar".

Y es que, como cuenta Carlo en una publicación en su perfil oficial de la red social de Instagram, la acogida ha sido tan buena que necesitan más personal para dar cabida a la alta demanda que tienen.

Carlo especifica, en este caso, que prefieren barberos con experiencia y que residan cerca de la barbería, ubicada en el barrio madrileño de Vallecas.

Alejandra Rubio es la nieta de María Teresa Campos, que fue una destacada presentadora y figura influyente de la televisión española. A lo largo de más de cincuenta años de trayectoria, se ganó el cariño del público gracias a su carisma y su estilo distintivo al presentar.

Nacida en Marruecos en 1941, María Teresa inició su andadura televisiva en los años 60. Desde esa época, encabezó una amplia variedad de programas que la convirtieron en uno de los rostros más conocidos de la televisión en España. Su talento la llevó a presentar espectáculos de variedades, talk shows, espacios de entretenimiento y noticieros.

Su cálida y acogedora forma de presentar fue muy apreciada por los espectadores, destacándose por crear un ambiente seguro para que sus invitados expresaran sus pensamientos y vivencias. Además, María Teresa se caracterizaba por su agudo sentido del humor, con el que lograba divertir a su audiencia.

A lo largo de su trayectoria, recibió numerosos reconocimientos, entre los que destacan el premio Ondas a la Mejor Presentadora de Televisión en 2006 y el TP de Oro a toda una vida en 2015.

Huella

Fuera de las cámaras, María Teresa también dejó huella por su compromiso social y político. Fue una activa defensora de los derechos de las mujeres y luchó contra la discriminación de género, además de apoyar a organizaciones benéficas que asistían a personas con discapacidad y promover causas contra el cáncer.

Incluso en la cúspide de su carrera, María Teresa siempre se mantuvo humilde y auténtica, lo que le valió el respeto y el afecto de su familia y amigos. Fue un modelo a seguir, demostrando que es posible combinar el éxito profesional con la pasión, la gratitud y la humildad.

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