Si eres de los que ya está pensando en hacer pequeños cambios en su dieta para sentirse más ligero y saludable, la elección de las proteínas es clave. No se trata de eliminar la carne de tu alimentación, sino de optar por las opciones más adecuadas, aquellas que te aporten los nutrientes esenciales sin añadir grasas innecesarias. Si quieres saber qué carnes te ayudarán a llevar una alimentación más equilibrada sin renunciar al sabor, sigue leyendo porque aquí te damos las mejores opciones. La carne roja no tiene por qué estar fuera de una dieta equilibrada, siempre que se elijan cortes magros y se cocinen de manera saludable. Los mejores cortes: Opta por filetes de ternera o solomillo, que son más magros y tienen menos grasa saturada. Forma de cocción recomendada: Lo mejor es hacerla a la plancha, a la parrilla o al horno sin exceso de aceite. Olvídate de los rebozados o las salsas pesadas que pueden convertir un plato saludable en una bomba calórica. Beneficios: La carne roja es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, hierro y vitamina B12, esenciales para mantener la energía y evitar la fatiga. Si buscas una proteína baja en grasas y fácil de digerir, la carne blanca es la mejor elección. Dentro de esta categoría encontramos: Pollo: Un clásico en cualquier dieta saludable. Es versátil, económico y rico en proteínas. Lo ideal es consumirlo sin piel, ya que ahí se concentra la mayor parte de la grasa. Pavo: Similar al pollo pero con menos grasa aún. Además, es rico en triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina, la hormona de la felicidad. Conejo: Una opción menos común pero extremadamente saludable. Es una de las carnes con menos grasa y más proteína, además de aportar hierro y fósforo. Forma de cocción recomendada: La mejor forma de prepararlas es a la plancha, al horno o cocidas. Si las haces en guisos, procura no añadir salsas muy calóricas. El cerdo es una carne que muchos evitan cuando piensan en una alimentación más saludable, pero lo cierto es que algunos cortes son bastante magros y pueden incluirse en la dieta sin problemas. Qué cortes elegir: Opta por el solomillo o el lomo, que son partes con poca grasa. Qué evitar: Las opciones más grasas como la panceta, la costilla o el tocino. Estos cortes tienen un alto contenido de grasa saturada y pueden hacer que tu plan de alimentación saludable pierda eficacia. Acompaña tu proteína con muchas verduras: No basta con elegir carnes magras si después las combinas con guarniciones poco saludables. Opta por ensaladas frescas, verduras al vapor o salteados ligeros. Cuidado con las salsas: En vez de usar salsas industriales, adereza tus carnes con hierbas, especias o limón, que potencian el sabor sin añadir calorías extra. No te olvides del pescado: Aunque aquí hemos hablado de carnes, el pescado es otra excelente fuente de proteínas magras y grasas saludables. Hidrátate bien: Con la subida de temperaturas, es fundamental aumentar el consumo de agua para mantener el metabolismo activo y ayudar a la digestión. No se trata de hacer dietas extremas, sino de elegir bien los alimentos y las formas de cocción para sentirnos mejor y estar más saludables. La clave está en optar por carnes magras, combinarlas con verduras y evitar los excesos de grasas y salsas. Con estos pequeños cambios, disfrutarás de la comida sin renunciar al sabor ni a la salud. ¡Ya estás listo para la primavera y el verano!