Arqueogenética

Los primeros habitantes del Sahara eran una población aislada que ya ha desaparecido

Portaban un linaje norteafricano ancestral desconocido, con pequeñas trazas de mezcla levantina, evidencia de un intercambio genético limitado

Escena semirrealista y atmosférica del antiguo Sahara Verde. Un grupo pequeño de personas con rasgos únicos (que reflejan su aislamiento genético) se encuentra en un oasis exuberante rodeado de sabana. Le sobrevuelan símbolos abstractos representando ideas y tecnologías—ruedas, herramientas, arte rupestre—viajando con el viento, como metáfora del Sahara como corredor cultural, no humano.

Escena semirrealista y atmosférica del antiguo Sahara Verde. Un grupo pequeño de personas con rasgos únicos (que reflejan su aislamiento genético) se encuentra en un oasis exuberante rodeado de sabana. Le sobrevuelan símbolos abstractos representando ideas y tecnologías—ruedas, herramientas, arte rupestre—viajando con el viento, como metáfora del Sahara como corredor cultural, no humano. / ChatGPT/T21

EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21

EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21

Madrid

Un estudio publicado en la revista Nature ha desvelado información genómica crucial sobre los antiguos habitantes del Sahara Verde: no era un corredor para los humanos, sino para las ideas y las tecnologías.

Investigadores liderados por Nada Salem y Johannes Krause han analizado por primera vez el ADN de dos individuos de aproximadamente 7.000 años de antigüedad, recuperados del refugio rocoso de Takarkori en el Sahara Central, proporcionando una visión sin precedentes de la historia genética de esta región.

El estudio proporciona nuevos conocimientos cruciales sobre el Período Húmedo Africano, ocurrido durante el Holoceno (hace entre 14.500 y 5.000), cuando el actual desierto del Sahara era una sabana verde, rica en masas de agua que facilitaron la ocupación humana y la expansión del pastoreo. La aridificación ocurrida con posterioridad convirtió esta sabana verde en el desierto más grande del mundo.

Los resultados revelan que estos pastores del período Holoceno Medio portaban predominantemente un linaje norteafricano ancestral previamente desconocido, que carecía de la mezcla neandertal típicamente encontrada fuera de África. Este linaje parece haber permanecido en gran medida aislado, con la notable excepción de pequeñas trazas de mezcla levantina.

Presencia levantina

La expresión "mezcla levantina" hace referencia a la presencia de rastros genéticos provenientes de poblaciones del Levante, una región geográfica que abarca principalmente el este del Mediterráneo, incluyendo partes de los actuales Israel, Palestina, Jordania, Líbano y Siria.

Este componente levantino se interpreta como evidencia de un intercambio genético limitado entre las poblaciones del Levante y las del Sahara en algún momento de la prehistoria. Esta mezcla es significativa porque sugiere que hubo contactos entre estas regiones, aunque no a gran escala. Es importante destacar que el Levante ha sido históricamente una región clave en la evolución humana, ya que sirvió como puente entre África y Eurasia durante las migraciones humanas antiguas.

En el caso de los individuos de Takarkori, la mezcla levantina podría haber llegado a través de interacciones culturales o movimientos poblacionales muy específicos. Además, este componente genético levantino está relacionado con la presencia de pequeñas cantidades de ADN neandertal en los genomas de estos individuos, dado que las poblaciones levantinas antiguas ya habían experimentado mezclas con neandertales antes de su interacción con grupos africanos.

Momia natural de 7.000 años de antigüedad encontrada en el refugio rocoso de Takarkori (Individuo H1) en el sur de Libia.

Momia natural de 7.000 años de antigüedad encontrada en el refugio rocoso de Takarkori (Individuo H1) en el sur de Libia. / Archaeological Mission in the Sahara, Sapienza University of Rome.

Difusión cultural

El hallazgo más significativo sugiere que el pastoralismo (que consiste en criar animales domésticos en grandes espacios al aire libre) en el Sahara se estableció mediante difusión cultural en lugar de un flujo genético humano significativo. Eso significa que el Sahara Verde no era un corredor para los humanos, sino para las ideas y las tecnologías.

El refugio rocoso de Takarkori, situado en las montañas Tadrart Acacus del suroeste de Libia, ha proporcionado una extraordinaria ventana al pasado más verde del Sahara. Las excavaciones revelaron una cronología de asentamiento humano desde cazadores-recolectores-pescadores del Acacus Tardío (hace unos 10.200 años) hasta una larga ocupación neolítica pastoral, datada aproximadamente entre 8.300 y 4.200 años antes del presente.

Los investigadores extrajeron ADN de dos mujeres adultas momificadas naturalmente, atribuidas al Período Pastoral Medio y datadas directamente entre 7.158-6.796 y 6.555-6.281 años antes del presente, respectivamente. A pesar de las desafiantes condiciones de preservación, lograron recuperar información genética suficiente para realizar análisis genómicos detallados.

Referencia

Ancient DNA from the Green Sahara reveals ancestral North African lineage. Nada Salem et al. Nature (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-025-08793-7

Nuevas perspectivas

El estudio también proporciona nuevas perspectivas sobre la ascendencia de los cazadores-recolectores de Taforalt previamente publicados. Mientras que un estudio anterior no pudo atribuir con precisión el componente "subsahariano" en el genoma de Taforalt, ahora identifican esta ascendencia como un linaje norteafricano profundo, con proporciones más altas encontradas en los individuos saharianos de Takarkori.

Notablemente, tanto los individuos de Taforalt del Pleistoceno tardío como los de Takarkori del Holoceno medio demuestran relaciones igualmente distantes con linajes africanos subsaharianos. Este patrón sugiere que no ocurrieron intercambios genéticos sustanciales a través del Sahara Verde durante el Período Húmedo Africano u otros períodos húmedos que precedieron al Pleistoceno Tardío.

El Sahara, que abarca alrededor de 9 millones de km² y alberga diversos biomas, probablemente presentaba hábitats fragmentados que impactaban el flujo genético humano. Estas barreras ecológicas, combinadas con barreras sociales y culturales, pueden haber facilitado la difusión generalizada de características arqueológicas similares, mientras limitaban la mezcla genética extensa.

Estos hallazgos representan un importante paso inicial en nuestra comprensión de las migraciones humanas a través del Sahara. A medida que los costos de secuenciación continúan disminuyendo, la secuenciación del genoma completo podría permitir estimaciones más imparciales sobre los eventos de salida de África y otros aspectos clave de la evolución humana.

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