El Molinón, del apoyo a la bronca dentro y fuera del campo

Un grupo de seguidores rojiblancos aguardó a la salida del garaje entre gritos de "Albés, vete ya" y "directiva, dimisión"

El Coro Minero de Turón, durante su actuación. | ÁNGEL GONZÁLEZ

El Coro Minero de Turón, durante su actuación. | ÁNGEL GONZÁLEZ

Ángel Cabranes

Gijón
La Policía, al término del partido, con Albés al fondo. | ÁNGEL GONZÁLEZ

La Policía, al término del partido, con Albés al fondo. | ÁNGEL GONZÁLEZ

El Molinón lo puso todo. Se comió su enfado para volcarse con el Sporting desde el inicio. El desplome del equipo agotó la paciencia y abrió una bronca alargada más allá del terreno de juego, a la salida del garaje del municipal gijonés, donde esperó un grupo de varias decenas de seguidores, molestos con futbolistas, técnico y directiva rojiblanca. Al entrenador, cuando asomó, se le cantó, entre varios insultos, "Albés, vete ya", mientras que los gritos dirigidos a la cúpula y a los jugadores fueron en la misma línea que los escuchados durante la parte final del encuentro en El Molinón: "Esa camiseta no la merecéis" y "directiva, dimisión".

Los futbolistas del Sporting, al término del encuentro en El Molinón. | ÁNGEL GONZÁLEZ

Los futbolistas del Sporting, al término del encuentro en El Molinón. | ÁNGEL GONZÁLEZ

Con el sportinguismo pendiente del devenir del partido del Eldense, conjunto que marcaba los cinco puntos de distancia con el descenso al iniciarse la jornada, el autocar del Sporting llegó a El Molinón entre decenas de aficionados rojiblancos y hora y media antes de que el balón echara a rodar en el verde del municipal gijonés. No fue el recibimiento más multitudinario, pero los que quisieron estar dieron su estímulo al equipo antes del importante duelo frente al Tenerife. "A por ellos", se escuchó entre botes de humo rojo y golpes de apoyo sobre la carrocería del autobús.

Por la izquierda, Joaquín Alonso, Carmen Moriyón, Juan Cofiño, David Guerra y Jorge González-Palacios.

Por la izquierda, Joaquín Alonso, Carmen Moriyón, Juan Cofiño, David Guerra y Jorge González-Palacios.

Las notas del piano de Sofía Campo pusieron música a la previa ya desde el interior de El Molinón, donde el Sporting y el sportinguismo rindieron un emotivo homenaje a las víctimas del accidente en la mina de Cerredo. El coro minero de Turón, que accedió al campo con la Tribunona en pie, aplaudiéndoles, puso la piel de gallina al público en el municipal gijonés con una versión del "Santa Bárbarba bendita" adaptada a la tragedia que ha conmovido a Asturias tras perder la vida de cinco personas.

Después, el respaldo llegó para los jugadores. El apoyo al equipo se vio hasta en el palco, con la presencia, poco habitual, de Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón. También estuvieron Juan Cofiño, diputado de la Junta General del Principado, y el concejal Jorge González-Palacios, los exrojiblancos Canella y Jorge García, y el presidente del Lugo, Tino Saqués. Otero adelantó al Sporting al iniciarse la segunda parte y lo que parecía iba ir en buen camino saltó por los aires. El Sporting vive un incendio.

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