Albés se queda sin crédito en el Sporting y está ya al borde de la destitución: esta es su situación

El Sporting sondea el mercado de entrenadores para salir de una crisis de dimensiones históricas, con el vigués sin margen y las horas contadas en el cargo

Albés se queda sin crédito en el Sporting y está ya al borde de la destitución: esta es su situación

Albés se queda sin crédito en el Sporting y está ya al borde de la destitución: esta es su situación / Ángel González

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Gijón

Rubén Albés dirigió ayer, con casi total seguridad, su último encuentro en el banquillo de El Molinón. La derrota (1-3) contra el Club Deportivo Tenerife deja al club gijonés en una situación absolutamente límite, a solo cuatro puntos del descenso (que se quedarían en dos si gana el Zaragoza) cuando restan ocho jornadas para que termine el campeonato. Y obliga al Grupo Orlegi, cuya gestión está en entredicho y ha llevado al primer equipo, al filial y a la cantera, a mínimos históricos, a tomar decisiones para buscar una reacción para evitar arrastrar a la entidad al pozo del fútbol no profesional.

La dirección del club rojiblanco estableció ayer, nada más terminar el encuentro en el estadio, contactos con México y Estados Unidos para analizar la búsqueda de un recambio para el entrenador gallego, que prácticamente está destituido. Salvo un giro o que no se encuentre un relevo de garantías, Albés caerá. Esta mañana (11 horas) está programado un entrenamiento en Mareo, aunque de carácter regenerativo. Pero el crédito del técnico gallego está totalmente agotado. Y, salvo enorme sorpresa, dejará de ser entrenador del club gijonés este mismo domingo. La dinámica de resultados, con 1 victoria en 17 partidos y 3 derrotas seguidas, le ha dejado sin apoyos ni red. Los mismos responsables deportivos que hace tres semanas abrieron contactos con Albés para ofrecerle renovar son los que ahora exploran opciones en un mercado que ofrece muy pocas posibilidades. El Sporting siempre ha situado a Albés como su entrenador y el líder de un proyecto a medio plazo, por lo que el entrenador que se firme será un remedio a un problema que se quería evitar. La apuesta del Sporting por el vigués era real, porque le han aguantado una dinámica durísima. Pero ahora los mandamases del grupo se ven obligados a rectificar para evitar el infierno de Primera RFEF.

A Mareo han llegado decenas de ofrecimientos desde que el equipo comenzó a tambalearse al caer en El Molinón ante el Albacete. La dirección quiere estar cien por cien convencida del relevo, si, como parece, se confirma el cese de Albés, y se ha dado unas horas para resolver la incógnita. El próximo domingo el Sporting juega uno de los partidos más importantes de su historia reciente en el estadio Pepico Amat, de Elda, ante un renacido Eldense. En principio se espera que el equipo tenga ya un nuevo entrenador para esa cita.

La situación del Sporting es tan desgarradora que varios de los abonados del club perdieron ayer la paciencia y los nervios e increparon a los protagonistas cuando abandonaban el estadio en coche por la salida habitual del parking. Las imágenes revelan el estado de ansiedad del club y de su gente. Varios hinchas se abalanzaron sobre los vehículos, especialmente sobre el del entrenador, y obligaron a intervenir a la Policía Nacional.

"No voy a dimitir"

Con cara de cansancio y visiblemente afectado, Albés aseguró ayer que no tiene previsto renunciar al cargo y que, si fuera por él, todavía se siente con fuerza para levantar la situación. "No voy a dimitir. Creo que tengo capacidad suficiente. Creo en los futbolistas. Estoy trabajando y dejándome la vida para ayudar a los futbolistas. Soy consciente de la responsabilidad que supone el Sporting. Estoy buscando las soluciones para que seamos capaces", afirmó ayer, el entrenador, que evitó responsabilizar a la dirección deportiva del desastre. "No seré yo quien ponga la lavadora de mierda encendida. Tengo mucha responsabilidad, los futbolistas tienen la suya y el club, la suya. No estoy para sacar pecho. Estoy poniendo todo para intentar levantar esta situación. Es un momento para estar muy cerca, muy fuertes unos con otros. Los reproches podrán venir al final. No es momento para jugar con reproches hacia nada".

Cuestionado por si el club ya le había comunicado su cese, se limitó a asegurar que "no sabe nada".

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