El importante papel de los suplentes y el debate con Hassan: otros aspectos del triunfo del Oviedo en Burgos

La aportación de Sibo, Moyano, Luengo, Portillo y Paraschiv, suplentes en Burgos, incide en la importancia del banquillo en el Oviedo de Calleja

Momento del partido entre el Burgos y el Oviedo.

Momento del partido entre el Burgos y el Oviedo. / REDACCIÓN

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Oviedo

Salió Oier Luengo al campo y, lejos de notarse su ausencia de las últimas semanas, entró en liza con la intensidad del que juega cada domingo. Algo parecido a lo que ha sucedido en las últimas jornadas con Sibo, una bombona de oxígeno con patas que siempre deja su marca. En el Oviedo suman todos y la labor de Calleja de mantener al grupo aportando desde cualquier rol parece ir por el buen camino.

Luengo supo interpretar a la perfección su papel, dando paso a la defensa de tres centrales, asunto novedoso, pero con el zaguero saltando a morder cuando la ocasión lo requería. Ya antes, al descanso, la entrada de Sibo y Moyano había sido satisfactoria. El pivote ordenó una medular algo desajustada en el primer acto. El extremo supo moverse con agilidad en el carril izquierdo. Y, después, fue Portillo el que entró en escena para aportar trabajo y soluciones con balón a partes iguales. El último cambio, el de Paraschiv, sirvió para dar nuevos bríos al ataque en el tramo final.

La insistencia de Calleja con que sus pupilos deben entender su importancia en el grupo independientemente de los minutos en el campo encontró un buen ejemplo en Burgos. Trata el entrenador de mantener la chispa de todos con mensajes en sus intervenciones, pero también con el ejemplo: en el Oviedo de este año, las rotaciones son más que habituales.

El debate con Hassan

Muchos futbolistas han rendido en el rol de suplente, como agitadores cuando entran en liza, aunque seguramente el que ha hecho más daño a los rivales haya sido Haisen Hassan. El galo ha dejado dos ejemplos recientes de cómo romper un choque desde el banquillo. El primero, en el derbi ante el Sporting. Salió al descanso por Cardero y no tardó en marcarle a su exequipo. Fue el mejor entre los azules limitada su actuación a los últimos 45 minutos. El segundo ejemplo, frente al Albacete hace dos semanas. Entonces entró al campo a los 79 minutos y tuvo tiempo para rozar el gol en un par de ocasiones en situaciones generadas por su talento individual.

En Burgos, sin embargo, Hassan no pudo lucir, controlado por la defensa rival en todo momento, y Calleja tuvo que sustituirle al descanso en busca de la energía de Moyano. El debate sigue encima de la mesa: ¿Es mejor reservar la chispa de Hassan para las segundas partes o es más conveniente hacerle jugar de inicio para buscar su uno contra uno? Hasta Calleja reflexionó sobre este asunto en su última intervención, dejando claro que veía al galo capaz de adaptarse a los dos roles. n

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