Opinión | NADA ES LO QUE PARECE
Caso Alves, ¿Qué hecho prueba el consentimiento?

Joana Sanz y Dani Alves a su llegada a su domicilio este lunes / EUROPA PRESS
La absolución de Dani Alves de un delito de agresión sexual por parte del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha hecho revivir la polémica entorno a la ley llamada del "sí es sí", especialmente a la manera en que aborda la presunción de culpabilidad y el peso del testimonio de la víctima como base condenatoria. A pesar de lo que dicen y hacen los polarizadores, se pueden defender a la vez los derechos sexuales de las mujeres (y de los hombres) y el principio básico del derecho penal que es la presunción de inocencia. Como suele ocurrir, unos y otros le hacen decir a la sentencia cosas que no dice. En ningún caso cuestiona, por débil, el testimonio de la víctima, sino que considera que ni la instrucción ni la audiencia practicaron suficientes pruebas, o al menos todas las que tenían a su alcance, para corroborar con hechos sus palabras. Hay más de reproche, y casi de venganza, entre jueces y escuelas procesales, que de protesta contra la polémica ley. Los autores de la sentencia absolutoria vinculan ese error o esa falta de rigor procesal con el impacto negativo de la ley cuando exige la presunción de culpabilidad de un acusado de delitos sexuales en lugar de proteger su inocencia, que es una de las bases sagradas de todo código penal cabal.
La justicia y el periodismo comparten un mismo problema. Jueces y periodistas deben reconstruir hechos que no han vivido para juzgarlos o explicarlos. En ese proceso de reconstrucción luchan ambas disciplinas contra la mentira que forma parte de la condición humana. El periodismo, que tiene más prisa que la justicia, basa su método de verificación en contrastar las versiones de manera que su relato de los hechos queda en manos de la credibilidad que otorgue a cada testigo o cada implicado. La justicia se toma su tiempo y prefiere siempre las evidencias a los testimonios, especialmente de las partes en litigio. Lo que no tiene en cuenta el tribunal que ha absuelto a Alves es que hay hechos que solo se sustentan en palabras. Un brillante filósofo del lenguaje, John Austin, escribió un libro precioso que tituló Cómo hacer cosas con palabras. Allí explica que el lenguaje tiene habitualmente un carácter "constatativo", de manera que entre la palabra y el hecho o el objeto se puede establecer una prueba de veracidad. Pero otra parte del lenguaje tiene un carácter performativo. Cuando decimos "yo prometo" no hay vínculo con otra cosa que no sea la palabra dada. El hecho es la palabra. ¿Qué carga probatoria puede entonces practicar el tribunal? Ese es el núcleo del problema en el consentimiento sexual, empieza y acaba en la palabra de la víctima y del agresor. De aquí nace la indignación sensata contra la absolución. Estamos ante una víctima que nunca ha cambiado de versión frente a un presunto agresor que ha cambiado todas las veces. Lo que acaba argumentando el tribunal es que en un procedimiento penal el derecho a la defensa del acusado impide desacreditar su testimonio por esta razón. El asunto se complica más cuando las nuevas generaciones consideran que incluso dando el consentimiento, ninguna persona, sea hombre o mujer, concede un cheque en blanco a la pareja. De manera que se tiene derecho a entrar en un lavabo, iniciar el acto sexual con consentimiento y revocarlo la cabo de unos segundos. La persistencia sería igualmente una violación, aunque le pongamos atenuantes. Un discípulo de Austin, John Searle trató aplicar las teorías de su maestro al ámbito de la justicia. Es muy necesario. No hay que olvidar que los juicios, al menos en las películas, empiezan con los testigos "prometiendo" decir la verdad. Y mucho menos que la ley de Irene Montero ya apuntaba en su enunciado a que era un asunto lingüístico. ¿Cómo se prueba el "sí es sí"?
Suscríbete para seguir leyendo
- Solidaridad máxima en Pasapalabra tras el final de Rosa: así es Cosme, el abogado que ayuda a niños en Camboya con un sacerdote asturiano
- Un conocido exbanquero, enamorado de una empresaria veinte años más joven, así ha cambiado su vida en los últimos años
- Nuevo movimiento en el sector de la defensa: Santa Bárbara negocia la fabricación en Trubia de 40 blindados para Letonia
- Un accidente en la autovía minera en Gijón que acabó con la vida de una persona: investigan al conductor de un camión por homicidio imprudente
- La Guardia Civil extrema ya la vigilancia en los parabrisas coche: sanciones de 200 euros
- Pánico en El Berrón: le cae una serpiente encima en el ascensor y acaba atendida por un ataque de ansiedad
- Crisis política en el Principado: la consejera de Industria, Belarmina Díaz, dimite dieciséis días después del accidente de la mina de Cerredo
- Rescatan a una osezna en Teverga y el Principado pretende reintroducirla en el oriente de Asturias