Conflicto en Oriente Próximo

Las conversaciones por el alto el fuego en Gaza se reactivan mientras crece la presión en Israel

Mientras prosiguen los bombardeos israelíes sobre la Franja, una delegación de Hamás se reúne este lunes con mediadores egipcios y cataríes en El Cairo para valorar la nueva propuesta de Tel Aviv

Edificios destruidos por bombardeos israelíes en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.

Edificios destruidos por bombardeos israelíes en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. / DOAA EL BAZ / DPA / EUROPA PRESS

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

Beirut

Mientras las bombas no dejan de caer sobre la Franja de Gaza, en El Cairo, se discuten las posibilidades de que se detengan. Otra vez. Una delegación de Hamás se ha reunido este lunes con mediadores egipcios y cataríes en El Cairo para valorar la nueva propuesta lanzada por Israel. Tel Aviv quiere cambiar los términos del acuerdo, exigiendo al grupo palestino la liberación de 11 rehenes vivos a cambio de la excarcelación de presos palestinos, la entrada de ayuda humanitaria y la extensión de la tregua, de acuerdo a Al Jazeera. Pero Hamás insiste en el fin de la guerra, una demanda cada vez más extendida también entre la sociedad israelí

Según el canal saudí Al Arabiya, el grupo parece dispuesto a liberar un mayor número de rehenes en virtud de esta nueva propuesta de tregua. Además, Estados Unidos se habría comprometido a presionar a Israel para que entre en conversaciones para poner fin a la guerra. El informe de Al Arabiya, basado en fuentes anónimas, afirma que la redacción del nuevo acuerdo estaría en la fase inicial y que Hamás ha aceptado un pacto para aumentar el número de cautivos a liberar, aunque no se detalla el número de rehenes que podrían salir de Gaza en dos etapas. A su vez, habría un aumento de la entrada de ayuda humanitaria, completamente bloqueada desde hace más de un mes.

Exigencias de las partes

El pasado 2 de marzo Israel dinamitó el acuerdo de alto el fuego en vigor desde enero al imponer un bloqueo al acceso de todo tipo de asistencia humanitaria. Dos semanas después, retomó sus devastadores y letales ataques contra el enclave. Desde entonces, han muerto más de un millar de personas, que se suman a los 50.944 palestinos asesinados en el último año y medio. Como parte de esta nueva propuesta, Israel quiere que Hamás se desarme, exiliar a sus líderes de Gaza, y entregar el control del territorio palestino a su Ejército. En cambio, el grupo palestino insiste en que Tel Aviv se comprometa a poner fin a su guerra, alegando que un acuerdo parcial que permita al Ejército reanudar sus ataques contra los palestinos es inaceptable.

Hamás se ha mostrado dispuesto a ceder el control de Gaza a un gobierno palestino interino, como se propone en el plan liderado por Egipto para la reconstrucción del enclave. Sin embargo, el grupo afirma que no depondrá las armas mientras continúe la ocupación israelí del territorio palestino. El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, ha dicho a los padres del rehén Eitan Mor que el gobierno está trabajando en un acuerdo que permitiría la liberación de 10 de los cautivos restantes, según ha informado el Foro Tikva, que representa a las familias de los rehenes más conversadores. Medios israelíes afirman que Hamás ha ofrecido liberar a cinco, no a 10 rehenes.

Oposición a la guerra

Durante la última semana, la presión ha crecido en Israel. El pasado jueves, casi un millar de miembros y exmiembros de las fuerzas aéreas israelíes firmaron una carta oponiéndose a la guerra contra Gaza y exigiendo al Gobierno de Netanyahu el pronto retorno de los 59 rehenes que quedan en la Franja. Las autoridades militares despidieron a aquellos pilotos aún en servicio activo con el argumento de que estaban usando la "marca de la Fuerza Aérea Israelí" en una protesta política. A esta misiva, le siguieron centenares de muestras de apoyo, con cartas similares de médicos reservistas, exmiembros de la unidad de inteligencia 8200, exmiembros del Mossad, reservistas de la Marina y personal reservista de la fuerza aérea.

Este lunes más de 1.600 exparacaidistas y soldados de infantería del Ejército israelí han firmado otra carta exigiendo que el Gobierno llegue a un acuerdo para traer a los rehenes a casa, incluso si eso significa poner fin a la guerra. "Este es un llamamiento a salvar vidas", afirman. A esta creciente ola de presión pública para poner fin a la guerra, se le suma las continuas movilizaciones de las familias de los rehenes. Netanyahu se ha mostrado partidario a continuar con la violencia en Gaza, motivado, en parte, por sus aliados ultraderechistas, pero también por su desinterés en que empiecen las depuraciones de responsabilidad por el ataque del 7 de octubre y el riesgo de que pierda su inmunidad, mientras sus pleitos con la justicia por sus casos de corrupción continúan. 

Los implacables bombardeos en la Franja continúan, con seis víctimas mortales en el sur. Este domingo al menos 37 personas también han muerto como resultado de ellos. Entre los fallecidos, se cuentan seis hermanos voluntarios que proporcionaban alimentos a los palestinos hambrientos. Además, el ataque del sábado contra el hospital al Ahli en la ciudad de Gaza, que ha propiciado condenas mundiales, se ha cobrado la vida de un niño palestino que murió debido a la interrupción de la atención médica, según denuncia la Organización Mundial de la Salud. Antes de bombardearlo, las autoridades militares israelíes exigieron la evacuación del único centro médico en funcionamiento en la ciudad en menos de 20 minutos.

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