Opinión

Aventuras

Esperando este pasado martes, 4 de marzo, en la estación de Madrid Chamartín el AVE 05721 para Gijón de las 14.59, se lee en un gran panel a la izquierda de los letreros luminosos de horarios de salidas: "AVE al PARAÍSO. Vuela sin alas a Asturias". El caso es que 15 minutos antes de la salida prevista aún no indican la vía, pregunto a una azafata y me dice que viene con 40 minutos de retraso desde Castellón. En realidad, llega con 50 y cuando salimos de la estación madrileña, a la que ahora le han añadido el nombre de la sufragista liberal Clara Campoamor, ya acumulamos más de una hora de retraso. ¿Un hecho aislado, un percance, mala suerte? En el viaje de ida, aprovechando los días de Carnaval, el jueves 27 de febrero nuestro Alvia llegó a la capital 3,30 horas demorado.

En esa ocasión estuvimos parados en León, pasada una hora nos dicen por problemas técnicos en el intercambiador, un rato después que no hay energía en la catenaria y sin corriente los trenes no pueden circular y hay otro parado delante. Comentan pasajeros que son varios trenes, pues la hija de uno va en AVE y les han hecho bajarse en Palencia. El viaje anterior a Nochebuena, yendo con mi madre de 92 años, el retraso fue de unas cuatro horas, tras tres horas y media parados en León. El servicio de atención al cliente no respondía llamadas, y al llegar a las 11 de la noche a Chamartín, nadie estaba con la silla de ruedas pedida. ¿Todo casualidades, o pueden influir circunstancias de falta de presupuestos, previsión y mantenimiento?

Así las cosas, de momento esto de viajar en tren desde o hacia Asturias adquiere una nueva dimensión, la de la aventura: ¿Qué pasará la siguiente vez? Parecía chocante que con Ábalos y Koldo al frente del ministerio de Transportes, contrataran y construyeran trenes que resulta no cabían por los túneles. Después saltan a la palestra chanchullos de presuntos amaños y mordidas con las adjudicaciones de infraestructuras. Con el nuevo ministro Óscar Puente siguen las averías y los líos. Mientras se dan ingentes cantidades a las Rodalíes de Cataluña y se les "condonan" 17.000 millones de deuda, que tendremos que pagar entre todos, a los funcionarios sin Falcon ni yate este 2025 nos congelan el sueldo, pero tenemos peripecias.

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