Empresas

La subida del 57% de Indra en bolsa este 2025 todavía le deja muy lejos de los gigantes europeos de la Defensa

La dilución de los accionistas de Indra y los problemas de gobernanza, las dos cuestiones que complican la fusión entre la tecnológica y Escribano

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Indra, Ángel Escribano.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Indra, Ángel Escribano. / Presidencia del Gobierno

Pablo Gallén

Pablo Gallén

Madrid

Indra es la compañía española que más se revaloriza este año en el Ibex 35, un 57%. Sin embargo, esta espectacular subida en bolsa le deja todavía muy lejos de la capitalización que tienen los gigantes europeos del sector de la Defensa con los que aspira a competir y a disputar los principales contratos del rearme que prepara la Comisión Europea de 800.000 millones de euros. La compañía que dirige Ángel Escribano vale 4.738 millones, muy por debajo de las cifras de valoración de la alemana Rheinmetall (61.800 millones), la británica BAE Systems, la francesa Thales (49.690 millones) o la italiana Leonardo (26.000 millones). Por ello, aumentar su escala se ha convertido en un objetivo prioritario para competir en el nuevo escenario inversor.

La tecnológica española también se queda algo atrás si se compara en las cifras de revalorización de sus comparables europeos. De nuevo, la germana Rheinmetall lidera esta lista después de dispararse en el año un 126% gracias al plan de estímulo fiscal de 500.000 millones de euros para Defensa e infraestructuras anunciado por el nuevo Gobierno de coalición entre los democristianos de la CDU y los socialistas del SPD. Leonardo se revaloriza un 71,3%, Thales un 70,4% y solo se queda por detrás del alza de Indra, BAE Systems con un 47%.

Para ganar tamaño es vital tener más capacidad industrial y eso es lo que ocupa a Ángel Escribano desde que llegó en enero a la presidencia de Indra. En estos meses ha visto frustrado su plan de comprar la contratista de vehículos blindados y tanques Santa Bárbara a la estadounidense General Dynamics y ahora puesto sus ojos sobre Escribano Mechanical and Engineering (EM&M), según ha confirmado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este viernes. La compañía con sede en Alcalá de Henares (Madrid) es su segundo mayor accionista con el 14,3% del capital social y la compañía de la que proviene su presidente. EM&M, de hecho, está participada a partes iguales por los hermanos Escribano, Ángel y Javier.

“En el marco del plan estratégico, realiza un proceso continuo, liderado por el consejero delegado -José Vicente de los Mozos- y de acuerdo con las buenas prácticas de gobierno corporativo, de análisis de distintas oportunidades con actores relevantes del sector de la Defensa que den valor añadido a la compañía, y que, entre ellos, incluye a Escribano Mechanical and Engineering, sin que a día de hoy exista ninguna decisión adoptada diferente de las comunicadas al mercado”, explica. 

EM&E, que cerró 2024 con unas ventas de 355 millones de euros y un ebitda de 130 millones, está especializada en la fabricación de torretas para blindados militares y aportaría a Indra de una capacidad industrial superior para agilizar la entrega de pedidos. La potencial fusión está en línea con otras del sector, como la constitución de la alianza entre Leonardo y Rheinmetall para el desarrollo de carros de combate. 

Sin embargo, la operación no va a ser fácil. Este jueves, el presidente de EM&E, Javier Escribano, declaró en exclusiva a El Periódico que "la empresa Escribano no está en venta y desde luego vale mucho más de 1.000 millones". Escribano aclaró que ambas compañías tenían conversaciones preliminares de fusión con Indra. La tecnológica, de hecho, ha encargado a KPMG un informe para negociar su fusión con la compañía madrileña EM&E.

“EM&E al ser una empresa no cotizada da mucho margen para poder comprarla con una prima significativa. Normalmente, estas adquisiciones suelen practicarse con unos ratios de 10-15 veces beneficios actuales. Tomando de referencia el beneficio neto de 2023 serían esos 1.500 millones de los que se habla, pero como el crecimiento va al alza es normal que la cifra de valoración también sea mayor”, sostiene el analista y ex auditor en Arthur Andersen, Rafael Ojeda. 

Lidera las caídas este viernes

El mercado también ha penalizado a las acciones de Indra este viernes con una caída del 2,32% debido a potenciales conflictos de interés y el riesgo de dilución para los accionistas actuales. Este descenso le ha colocado a la cola del Ibex 35, en una sesión en la que el índice bursátil español se ha anotado una revalorización del 1,33%.

A pesar de las caídas este viernes se han publicado varios informes favorables a la operación. Desde Banco Sabadell señalan en un informe publicado este viernes que “la compra reforzaría la exposición de Indra al sector Defensa y mejoraría su rentabilidad”. No obstante, alertan sobre el impacto en la estructura financiera del grupo: si la operación se realiza en efectivo, el apalancamiento se dispararía hasta las 3,4 veces su ratio deuda/ebitda, superando ampliamente el objetivo fijado por la empresa. Por ello, apuntan a que una parte significativa de la operación se podría financiar mediante acciones, lo que provocaría una dilución de los actuales accionistas.

Bankinter coincide en la lógica estratégica de la fusión, aunque destaca la disparidad en valoraciones: Indra cotiza actualmente a un múltiplo de 8,9 veces ebitda, mientras que EM&E estaría valorada entre 7,9 y 11 veces. Esto implicaría un impacto dilutivo en el beneficio por acción de Indra en el corto plazo. No obstante, la posible venta de Minsait Payments —que cotizaría a múltiplos superiores (12,5–15 veces)— podría compensar esta dilución.

Renta 4, por su parte, sostiene que la compra de EM&E Group es una buena opción tras la negativa de General Dynamics de vender Santa Bárbara. “Vemos muy probable que esta operación se cierre dada la estructura accionarial de Indra, la gran vinculación de los hermanos Escribano en Indra y el interés generalizado por dotar a Indra de una mayor estructura. Nuestra principal preocupación estaría en el cumplimiento de criterios de gobernanza”, sentencia. El banco de inversión español le da un precio potencial de revalorización del 22% y Bankinter, por su parte, un 36,6%.

Tracking Pixel Contents