Los dos socios del Gobierno de coalición -PSOE y Sumar- han anunciado este viernes un acuerdo 'in extremis' sobre la tributación del salario mínimo interprofesional (SMI) que, en la práctica, ha permitido evitar una fractura de consecuencias impredecibles en el seno del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez. "El Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Trabajo han alcanzado un acuerdo para que los trabajadores y trabajadoras que cobran el SMI no tributen en el IRPF en 2025. El acuerdo consiste en introducir una deducción en la cuota del IRPF que haría que los asalariados que cobran el SMI o menos no tributen el IRPF en 2025". Así lo han comunicado a primera hora de este viernes los departamentos dirigidos por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, después de que esta hubiera acusado a la titular de Hacienda de haberse levantado de la mesa de negociación la noche anterior. Hacienda ha pactado con Trabajo la introducción de una nueva deducción en la cuota del impuesto sobre la renta para neutralizar el pago del impuesto que pudiera resultar a cualquier perceptor del nuevo SMI, que este año ha subido en 50 euros, hasta los 1.184 euros mensuales (en 14 pagas). Según los cálculos de Hacienda, tras la subida de 700 euros en cómputo anual del nuevo SMI (hasta los 16.576 euros), solo el 20% de los perceptores del nuevo salario mínimo tendrá que tributar en el IRPF, por una cuantía de hasta 300 euros. En particular, este 20% se corresponde con contribuyentes solteros y sin hijos. Trabajo exigía que este 20% de contribuyentes perceptores del SMI tampoco tuviera que tributar en el IRPF. Tras el acuerdo entre los departamentos de Hacienda y de Trabajo, se ha decidido del diseño de una nueva deducción 'ad hoc' en la cuota del IRPF para los perceptores del nuevo SMI, de manera que a aquél a quien le resulte a pagar la declaración de la renta sobre el ejercicio 2025 (que se presentará en 2026) obtenga una desgravación por la misma cuantía, que permita dejar a cero su impacto. "El mecanismo consiste en una deducción en el IRPF por la cantidad exacta equivalente a lo que ese trabajador concreto hubiera tenido que pagar en el impuesto sobre la renta", ha explicado la vicepresidenta Montero a los periodistas este mismo viernes. Es decir, será una deducción "a medida, personalizada, y se aplicará en el momento de presentar la declaración de la renta", ha añadido. Es decir, para el caso de un trabajador soltero y sin hijos, cada una de las 12 pagas ordinarias del SMI que perciban este trabajador durante 2025 estará sujeta a una retención de 25 euros a cuenta del IRPF. Siguiendo este ejemplo, cuando este trabajador presente en 2026 la declaración de la renta correspondiente a 2025 encontrará una nueva casilla en el impreso (que bien podría llamarse, por ejemplo, 'deducción por SMI') para que le sea devuelta la cantidad adelantada (300 euros, en este ejemplo). En principio, la solución de esta 'deducción por SMI' solo está pensada para el salario mínimo de 2025 (y la consiguiente declaración de la renta que se presente en 2026). El criterio de Hacienda es mantenerla en ejercicios futuros, pero solo hasta la cuantía del SMI de 2025 (16.576 euros). Es decir Las subidas que se produzcan en próximos ejercicios ya no quedarían neutralizadas. Ahora bien, según fuentes de la negociación entre Hacienda y Trabajo, el acuerdo alcanzado entre ambos departamentos este viernes incluye el objetivo de situar el SMI neto en el 60% del salario medio neto del conjunto de los trabajadores. La clave de esta formulación está en el término 'neto', es decir, después de descontar las cotizaciones a la Seguridad Social a cuenta del trabajador y la retención del IRPF. "En resumen, si se decide que en el futuro el SMI tendrá que tributar en el IRPF, habrá que aprobar un SMI más alto en términos brutos", resumen estas mismas fuentes de la negociación. Este compromiso hacia el futuro (que la negociación del SMI se haga en términos netos) es el que habría permitido a Yolanda Díaz aceptar la fórmula que Montero había puesto sobre la mesa, de una deducción en cuota solo para el SMI de 2025. Este jueves, antes de haber logrado un acuerdo con Yolanda Díaz, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cifró en "algo más de 200 millones" el impacto que tendría "compensar" al 20% de los perceptores del nuevo salario mínimo interprofesional que tendrían que tributar en el IRPF bajo la fórmula de una deducción 'ad hoc' que es la que finalmente ha salido adelante. Esta fórmula -de una deducción "a medida y personalizada"- tiene un alcance más limitado y menos costoso que la que han planteado los grupos parlamentarios de Sumar, PP y Podemos en sendas proposiciones de ley, para las que Hacienda había estimado una pérdida recaudatoria para las arcas públicas de hasta 2.000 millones de euros. Estas propuestas planteaban elevar el mínimo exento de retención a cuenta del IRPF hasta la misma cuantía del nuevo SMI (16.576 euros), lo cual habría implicado liberar de retención incluso a trabajadores no perceptores del salario mínimo.