Más de 260 kilómetros de una batalla sin cuartel se resolvieron para Iván García Cortina en un sprint final que le llevó a conseguir un noveno puesto en el Tour de Flandes que sabe a gloria y que le reivindica como un ciclista de élite para las clásicas. "Por fin te he dado un top 10", le decía, exultante, el gijonés del Movistar Team a su director, Eusebio Unzué, tras cruzar la meta y ante la emocionada celebración del fisioterapeuta del equipo, el también asturiano Marcelino Torrontegui. La prueba la ganó en una nueva exhibición Tadej Pogacar, un ciclista que ya solo tiene un rival y no está ya en el pelotón. El esloveno mide su leyenda en cada carrera con la de Eddy Merckx, dos caníbales a los que no les importa dónde ni cómo, sino cruzar en primer lugar la línea de meta. Pogacar utilizó cada muro de pavé para ir martirizando a sus rivales, minando sus fuerzas para, en el último de ellos, dejarlos a todos vacíos, sin capacidad de reacción en los doce últimos kilómetros, con terreno llano, en los que a pesar de ir en solitario aumentó la distancia sobre un grupo perseguidor con gente del nivel de Pedersen, que fue segundo, o Van der Poel, tercero. Por detrás, en una batalla más humana, Cortina demostró que eran ciertas las buenas sensaciones con las que llegaba a esta clásica. Se encontró bien dentro de un grupo que fue dando caza a corredores desfondados tras tantos esfuerzos y con piernas suficientes para coger la rueda del potente Ganna y firmar un noveno puesto que supone un puñetazo encima de la mesa y un golpe de moral para encarar lo que resta de calendario de clásicas. Y, tampoco es menor, un puñado de puntos para su equipo, el Movistar, que le vendrán muy bien en la clasificación de los equipos de la máxima categoría. Cortina, exultante, reconocía tras la carrera: "¡Por fin un top-10! La verdad es que estoy supercontento por este resultado y que estaba buscando desde hace bastante tiempo. Aunque fue una carrera tácticamente más fácil para mí, básicamente esperando el momento en el sprint a meta, en los repechos del pavé me encontraba el más fuerte del grupo que íbamos detrás. Finalmente, arrancó Ganna en el sprint y le aguanté a rebufo para conseguir ese noveno puesto". También, en declaraciones recogidas por Relevo, el gijonés agradeció el apoyo de la afición asturiana: "¡Ver a lo largo del recorrido 20.000 banderas de Asturias!, el sentir todo el apoyo de la gente, de toda España, pero en especial de Asturias… Si os fijáis en la tele, había mogollón de banderas de Asturias, más que ikurriñas, que ya es decir, que eso es raro de ver en una carrera. Así que es una pasada y espero que hayan disfrutado tanto como yo".