La residencia de Felechosa, un modelo de cuidados abierto e innovador

El centro de mayores del Montepío es un referente en atención sociosanitaria n Presta servicio a más de 230 residentes y genera un centenar de empleos directos

Vista aérea de la residencia ubicada en Felechosa.

Vista aérea de la residencia ubicada en Felechosa.

L. L.

Un equipo de personas que atiende a personas. Este es uno de los principios en los que se fundamenta el funcionamiento de la residencia-spa de Felechosa Montepío, en el Alto Aller. Un centro de mayores que durante sus 13 años de existencia ha apostado por transformar la atención residencial y sanitaria en las cuencas mineras, un territorio asociado tradicionalmente a la minería pero que ha sabido adaptarse a las nuevas demandas y necesidades de la sociedad con servicios modernos e innovadores, como es el caso.

Así, el Residencial del Montepío no es solo un espacio de cuidados para personas mayores, sino también un centro neurálgico que ofrece servicios de bienestar a toda la comunidad, desde una perspectiva innovadora y de calidad, actuando como un catalizador de desarrollo económico y social.

Con unas modernas instalaciones y las técnicas más innovadoras en el campo de los cuidados y el bienestar, el centro ofrece a las personas mayores y/o con discapacidad una atención personalizada en un entorno seguro, confortable y de alto valor ambiental. A destacar su unidad de discapacidad, que ofrece plazas para personas de cualquier edad con necesidades de atención específica. Este enfoque inclusivo refleja la sensibilidad del Montepío hacia la diversidad de situaciones que afectan a la población.

Sin embargo, el centro amplía la oferta de servicios más allá de sus residentes, generando una comunidad abierta a través de programas y equipamientos compartidos, destacando por ejemplo su centro de hidroterapia spa, un espacio cuya actividad aporta dos objetivos: el estratégico de participar en las acciones internas de rehabilitación y envejecimiento saludable de sus residentes y el destinado a cuidar la salud y propiciar bienestar físico y mental, abierto en horarios independientes para toda la comunidad del Alto Aller y Asturias.

Residentes en una sesión de terapia con animales. | Cedida a LNE

Una residente y su cuidadora / Cedida a LNE

Abierto a todos

Si algo define la residencia de Felechosa es la capacidad de haberse convertido en un proyecto social abierto a todos. Muestra de ello es su carácter integrador que se refleja en la programación cultural e intergeneracional como uno de los pilares fundamentales.

Así, la residencia dinamiza la vida de los residentes con una intensa oferta de actividades que incluye conciertos, teatro, exposiciones, talleres de gastronomía, de huerto y plantas, lectura, musicoterapia, animaloterapia, reminiscencias y encuentros intergeneracionales, como el reconocido programa "Vivencias", muy valorado por los especialistas. Además, se celebran todas las fechas especiales del calendario, incluyendo los cumpleaños, bajo el lema "Celebrando la vida", un reflejo del objetivo principal del centro: vivir plenamente y romper con los estereotipos asociados al envejecimiento.

Todo esto no solo enriquece la vida de los residentes, sino que también fortalece la conexión entre generaciones y fomenta el envejecimiento activo.

Motor económico

Con más de 230 residentes, un centenar de empleos directos y numerosas visitas diarias, la residencia es uno de los motores económicos de esta zona de las cuencas mineras, impulsando una amplia red de suministros y servicios necesarios para una infraestructura de esta magnitud. Además, la residencia de Felechosa mantiene su compromiso con la mejora continua de sus servicios, ofreciendo cuidados de calidad y un enfoque centrado en el bienestar integral de los residentes y la confianza de sus familias. Este proyecto social, liderado por el Montepío de la Minería, sitúa a la residencia a la vanguardia del modelo de cuidados en España.

Formación continua

Precisamente, para poder ofrecer unos servicios de calidad, el centro pone énfasis en la formación continua de su plantilla. Y es que el aprendizaje constante no solo mejora las competencias técnicas de los profesionales, sino que también refuerza el compromiso con un modelo de atención centrado en la persona y en la humanización del cuidado.

Formación relacionada con la movilización y traslado de personas mayores dependientes o con autonomía limitada o cursos sobre el manejo avanzado de las contenciones en el ámbito sociosanitario permiten al personal comprender las últimas tendencias y cambios en la gestión de contenciones, un área en constante evolución a nivel global, siempre con el respeto y la dignidad de los residentes en el centro.

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