Dos de las cuatro campañas más importantes para la flota asturiana ya están en marcha: se trata de las costeras de la xarda (caballa) y el bocarte. Respecto a la primera, el sector espera resultados en cuestión de días: hay bancos de caballa en torno al grado 51; es decir, a la altura de Irlanda. "La previsión es que entre por el Golfo de Vizcaya y llegue el Cantábrico en unos días, pero esto no es una regla fija. El año pasado fue difícil su captura y este año estamos expectantes: la flota espera ansiosa la costera", manifestó el gerente de la nueva rula, Ángel Muñoz. En cuanto al bocarte, Muñoz incidió en que este lunes comenzó la pesquería y destacó el valor de esta especie, especialmente para la flota de cerco asturiana. "Al igual que la xarda, el bocarte es una especie migratoria que empieza por el este, frente al País Vasco, y se desplaza paulatinamente hacia el oeste. El año pasado llegó a nuestros puertos a finales de mayo y primeros de junio, ese fue el momento de esplendor. No quita que esta semana tengamos algo, no hay un calendario fijo, pero la previsión es que esta costera se concentre más adelante", explicó. La campaña del bocarte comenzó en aguas del mar Cantábrico regida por el mismo sistema de gestión del cupo que se lleva aplicando desde hace más de un lustro: tope diario de capturas por barco. Pero ese planteamiento podría cambiar a partir de mayo por otro que han propuesto las asociaciones pesqueras del País Vasco y Cantabria y solo la posibilidad de que eso ocurra preocupa seriamente a los armadores asturianos y crispa el ambiente en estas horas previas al inicio de la campaña, como avanzó este diario. El planteamiento que ha agitado las aguas y que no termina de convencer a asturianos y gallegos pasa por cambiar el modelo de gestión de la costera con el noble propósito de conseguir una mayor rentabilidad de las capturas. La demanda la suscriben la Asociación de Organizaciones de Productores de Pesca del Cantábrico (Opescantábrico), que representa a alrededor del 90 por ciento de las embarcaciones, entre ellas ninguna asturiana. En cuanto a la xarda, ahora el sector tiene la oportunidad de dar un giro de timón a las estadísticas si la xarda no escurre el bulto en esta costera como lleva desde 2021. El sector asturiano, y en concreto la flota artesanal, tiene una cuota adaptada para este año de 1.266.643 kilos (1.098 toneladas asignadas para pesca dirigida y, el resto, como reserva para evitar posibles rebasamientos de cuota). Esta cantidad es menor que la del año pasado en 351 toneladas. Pero, entonces, los asturianos no llegaron ni a gastar el cincuenta por ciento del cupo, dada la escasez de capturas: ahora importa más que la xarda "pique" que la cantidad de kilos asignada. Y es que la pesquería de caballa se halla en su peor momento después de tres años nefastos de capturas para el sector. En 2024, la flota asturiana descargó en las rulas del Principado de Asturias un total de 3.626.550 kilos, la cifra más baja de la historia reciente. En esta cantidad se suman las capturas de cerco y arrastre, que tienen cupos específicos sectoriales. En 2016, por ejemplo, las descargas de xarda pasaron de los ocho millones. En primera venta, la xarda sumó el año pasado un movimiento de 5.268.041 euros, la segunda menor cifra de la historia. Resumiendo: la costera de 2023 fue calificada por los pescadores asturianos como "la peor de la historia"; y la de 2024 fue aún peor. De cumplirse las previsiones de este año, la xarda debería llegar a la rula en unos días.