"El entorno de una mina es de alto riesgo y siempre ha sido así", aseguró ayer Ricardo Díaz Martín, catedrático de Ingeniería de la Universidad San Pablo-CEU, durante el último acto de la X Semana de la Ciencia "Margarita Salas" de LA NUEVA ESPAÑA, celebrado en el Bioparc Acuario de Gijón. Con el reciente accidente en el yacimiento de Cerredo, en Degaña, en el que fallecieron cinco trabajadores en la memoria, el especialista señaló que, "si a nivel industrial y tecnológico ya estamos utilizando robots, ¿por qué no pueden bajar a la mina máquinas?". Además, reivindicó que "esta es la única manera de tener verdadero riesgo cero". Amador Menéndez, coordinador de la Semana de la Ciencia, abrió la jornada con la presentación de Ricardo Díaz Martín, también decano del Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos de España y Premio Nacional de I+D+i de Prevención de Riesgos Laborales. "Es un experto multidisciplinar que sabe transmitir el conocimiento a la sociedad", ensalzó Menéndez, que asimismo aludió a la importancia de prevenir los accidentes laborales. "No nos podemos permitir perder la vida por ir a trabajar", remarcó el coordinador de la iniciativa. "Los algoritmos de predicción de la siniestralidad laboral en la era de la inteligencia artificial (IA)" fue el título de la exposición desarrollada por Ricardo Díaz Martín, que subrayó que "quien denuesta la inteligencia artificial es porque ignora su potencialidad". "El miedo siempre surge del desconocimiento", indicó el ponente, que abogó por impulsar la inversión en este campo a nivel europeo "porque, si no, nos van a comer la tostada China, Estados Unidos y Rusia". "Europa debe duplicarla en la investigación de inteligencia artificial", afirmó Díaz Martín, que se apoyó en una presentación visual en la que la mayoría de imágenes estaban generadas, precisamente, por inteligencia artificial. La primera parte de la conferencia estuvo dedicada, principalmente, a los algoritmos, "una ecuación matemática que dice lo que está por venir", y a su utilización. El catedrático de Ingeniería abordó entonces un estudio de investigación que arrancó en 2014 y se prolongó durante cinco años a partir de 90.000 registros de accidentes laborales ocurridos en España en los últimos 15 años, obtenido de la base de datos del Ministerio de Trabajo. "Era un reto tremendo", comentó Ricardo Díaz Martín. El propósito, establecer un modelo predictivo para que los empresarios puedan reducir la siniestralidad y los costes. "Hay que analizar datos reales e identificar puntos críticos para hacer un diagnóstico de la situación", detalló Díaz Martín. El método se basaba en elegir valores o características concretas a predecir a raíz de datos conocidos para diseñar una ecuación y determinar el algoritmo. "Sería lógico pensar que la fatiga influye mucho en la siniestralidad laboral", apuntó el ponente, que rebatió ese punto al poner sobre la mesa que no en todos los sectores las jornadas de trabajo son iguales. Ricardo Díaz Martín centró su disertación en las conclusiones extraídas en el estudio sobre el ámbito de las "instalaciones eléctricas, fontanería y otras instalaciones". Aseveró que cuestiones a tener en consideración para la prevención de riesgos son, por ejemplo, la edad, la antigüedad en la empresa o las horas de formación. También aprovechó Díaz Martín para ponderar la importancia de la inteligencia artificial y cómo su uso podría haber ahorrado mucho tiempo en la investigación y en la obtención de datos. "La IA ha venido para quitarnos los trabajos mecánicos", sostuvo. ¿Qué lecciones se sacaron del estudio sobre el mencionado sector? En primera instancia, que los índices con más preponderancia para "causar" accidentes laborales fueron la edad, la antigüedad y la fatiga. La mayor incidencia se producía entre los 29 y 31 años, con un perfil que tenía menos de un año de antigüedad. Estadística que llevó a Ricardo Díaz Martín a recalcar que "es imprescindible más formación preventiva y seguimiento del trabajador novel". En el segundo tramo de la ponencia, el catedrático departió sobre la inteligencia artificial, de la que hizo una ardua defensa. "Está entre nosotros y es una herramienta poderosísima que va a una velocidad endiablada", manifestó Ricardo Díaz Martín, que destacó que el sistema "es mucho más accesible de lo que nos creemos" y que, pese a las reticencias, "no deja de ser una herramienta". "No nos va a cortar libertad", proclamó durante la charla, en la que estuvieron, entre otros, el decano y vicedecano del Colegio Oficial de Químicos de Asturias y León, José Carlos Rubio y Javier Santos, respectivamente, además de Iván Aitor Lucas, viceconsejero de Ciencia, Innovación, Investigación y Transformación Digital; Jesús Alberto González, director de Fertiberia; Jorge Álvarez, director de Bayer; y Ángeles Rivero, directora general de LA NUEVA ESPAÑA. En cuanto al mercado laboral, aseguró Díaz Martín que quien no haga uso la IA "va a estar fuera" y que, volviendo al aspecto de la prevención de riesgos, con el empleo de algoritmos "somos capaces de anticiparnos al accidente". También estableció las diferencias entre la inteligencia artificial y la humana y desgranó las ventajas que acarrea la primera en diferentes campos. Por ejemplo, en la automatización de tareas en empresas, con especial énfasis en las "mecánicas que no aportan valor añadido". "La regulación y seguridad en IA no puede frenar la innovación ni la investigación", afirmó Ricardo Díaz Martín, para el que la implementación de la IA en educación "ayudará a tener una mayor personalización". Por otro lado, apostó por la convivencia entre papel y pantallas en las aulas. Sobre el impacto de la IA en la agricultura, Ricardo Díaz Martín mencionó su potencial en el monitoreo de cultivos o el riego inteligente, aunque, respecto al sector artístico, admitió que los artistas "lo tienen jorobado" por la capacidad que posee la IA de crear canciones, poemas o vídeos. El ponente recalcó que la sanidad es uno de los ámbitos que más puede beneficiarse de la aplicación de la IA. "En una o dos décadas podremos aumentar la esperanza y la calidad de vida, pero todos los datos médicos deben estar digitalizados", declaró. Asimismo, habló de qué trabajos podrían estar en riesgo desde el punto de vista cognitivo y físico por la irrupción de la IA. Comentó que están en "zona de riesgo" empleos como traductor, teleoperador o radiólogo, mientras que se hallan en "zona segura" los fisioterapeutas, estilistas, psiquiatras o conserjes. Amador Menéndez realizó para clausurar el acto un repaso por las actividades de la X Semana de la Ciencia "Margarita Salas", un proyecto que ofreció, encomió, una "mirada interdisciplinar" a temas relacionados con la salud o el medioambiente. "Por las redes se publican bulos científicos y es necesario tener a expertos para contar las verdades", reivindicó Menéndez.