Asturias exporta talentos

El actor gijonés Roberto Álvarez recita un lema rompedor: "Asturias, paraíso empresarial"

"En el País Vasco y en Canarias se graban la mayoría de las series y películas que luego vemos en plataformas, son los beneficios fiscales quienes las animan", afirma el intérprete asturiano

Roberto Álvarez.

Roberto Álvarez.

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Asturias exporta talentos

Roberto Álvarez (Madrid). Gijón, 1956. Actor de cine, teatro y televisión. Debutó en 1985 en la obra "Fausto". Ha trabajado en series como "Cuéntame cómo pasó", "Ana y los siete", "Hospital Central", "Gavilanes", "Amar es para siempre" o "Servir y proteger". En la gran pantalla se le pudo ver en "El portero", "En la ciudad sin límites" o "La vida de nadie". Su dilatada carrera sobre las tablas incluye "El discurso del rey", "La cocina", "Intocables" y "Equus".

(El telón sube y aparece Roberto Álvarez).

Escena 1: "Soy actor. Me cuesta encontrar momentos maravillosamente gratificantes en la medida en que en este trabajo rara vez te vas a casa pensando que lo has clavado, por el simple hecho de que el resultado está sujeto a un gran abanico de subjetividad, propia y ajena. Posiblemente tenga que ver con mi carácter; admiro a los actores más asertivos, pero en mi caso la duda me invade. Una gran directora de televisión me dijo un día: ‘No te quiero volver a escuchar decir que eres un actor inseguro, di mejor que tienes muchos personajes en la cabeza’. Lo hizo después de alabar mi trabajo, lo cual no dejaré de agradecerle. En esa lucha por la búsqueda de ‘clavar el personaje’ está lo mejor y lo peor de esta profesión".

Escena 2: "La vocación llegó de forma sorpresiva. Fue una llamada interior inconsciente, imprevista. Nunca me lo había planteado, nunca estuvo en mis sueños de adolescente dedicarme a lo que soy. Mi mundo en Gijón y en Oviedo estaba unido a un destornillador. Si me regalaban un Scalextric lo primero que hacía era abrir el coche y ver cómo era por dentro. De ahí que en el Instituto Alfonso II, llegados a COU, determinaran que mi futuro estaba en ser ingeniero de telecomunicaciones. Llegado a ese destino incontestable di con un colegio mayor donde las actividades culturales eran sello de la casa. Fui a ver un montaje al Olimpia: ‘Diario de un loco’, de Gogol. En la puerta habían colocado un cartel de aquella compañía ("Teatro de la Danza") que rezaba: ‘Se dan clases’. Ellos me eligieron para su siguiente montaje después de pasar por su escuela, ‘Fausto’, de Goethe. Me pasé muchos años queriendo dejarlo. Pensaba que no podría vivir de esta profesión. Resumen: unos y otros designios que nunca se cumplieron".

Escena 3: "El primer viaje fue el de fin de curso del instituto. Una de las primeras paradas fue Madrid. Anochecía, era un día entre semana. Todo el grupo venía soñando con que en esta ciudad habría ‘marcha’ a raudales y hasta ‘las tantas’. Preguntamos por el centro, Sol, y un amable señor nos dijo que estaba al final de la calle en la que nos encontrábamos. Esa calle era López de Hoyos. Debíamos de estar cerca del número 450 de dicha calle. Dos horas y 8 kilómetros de caminata después llegamos a Sol. Al llegar al kilómetro cero nos encontramos con que allí no había nada ni nadie, la ciudad dormía profundamente como cualquier otra".

Escena 4: "Aunque no me vayan a creer, hoy las barreras geográficas se han roto. Con un iPhone puedes hacer un cortometraje, puedes ‘colgar’ y enviar un trabajo apretando un botón, tienes acceso a una infinidad de estímulos (documentación, películas, series, obras de teatro...). Hubo un tiempo en el que Oviedo vivió su época dorada en la música pop, también se conocieron compañías de teatro que marcaron su impronta, Asturias fue también el lugar soñado de rodaje para muchos directores. Determinación, trabajo, suerte y lucha compartida con las instituciones públicas. Hoy mismo en el País Vasco y en Canarias se graban la mayoría de las series y películas que luego vemos anunciadas en plataformas de streaming. Son los beneficios fiscales quienes las animan y, por ende, y en el primer caso, hay obligación de contar con un número determinado de intérpretes del lugar. No todo está en vivir en Sol".

Escena 5: "Cada vez que llueve aquí, en Madrid, y aumenta un poco la humedad huele a Asturias. Olor a prau. Es inconfundible. Y luego está el olor del mar, que también lo es. Un fuerte olor a algas y sal. Y el olor a chigre, imposible de olvidar, esa mezcla de serrín y sidra derramada. El olor del bosque de eucaliptos. Y el olor a romería, que es la combinación de todos los anteriores. Lo sabores son todos fuertes en Asturias. El pescao de roca lo es, qué decir del compango en la fabada, o los cabrales, la sidra... Como no termines con arroz con leche o con hojaldre bañado en almendra habrás navegado sobre una tormenta ácida del Cantábrico. Para no olvidar el barquillo mojado en miel que te rellenaban, en el quiosco de ‘los Valencianos’, con helado de vainilla en la playa de San Lorenzo. En aquellos maravillosos veranos de olor a Nivea cerca de la Escalerona".

Escena 6: "Mi profesión no es un camino recto, no sé si a estas alturas alguna lo es. Finalmente es una profesión de resistencia, vocacional, para lo bueno y para lo malo. Cada nuevo proyecto es un empezar, se aprende de todos y cada uno de quienes te rodean. En general, gente nueva. Tu único asidero es que el oficio con los años suele afinar el instrumento y aprendes a relacionarte mejor con la industria, por otro lado, también efímera, cambiante. Acabas admirando a aquellos que son capaces de cambiar de rumbo sin ninguna herida a la vez que admirando a aquellos que se han mantenido fieles a su deseo. Dicho todo lo cual, he sido una persona tremendamente afortunada toda vez que, como decía Arturo Fernández de sí mismo, alguien o algo ahí arriba me ha ido protegiendo y hasta el día de hoy no he parado de trabajar".

Escena 7: "Durante muchos años, en los momentos más difíciles del declive industrial, surgió una llamada machacona a todo bicho viviente anunciándole que el paraíso existía, que era natural y que estaba en Asturias, que toda ella lo era. Esa llamada fue atendida y los que nos visitaron comprobaron que no era una frase publicitaria, que efectivamente el paraíso está cruzando el Pajares. Es sorprendente vivir fuera de Asturias y escuchar hablar de ella. Se les acaban los elogios de admiración. Todos a los que les preguntas sueñan con comprar un refugio en alguna aldea perdida de Asturias, colocan sus sueños en esa forma de vida. Muchos, muchos amigos lo han hecho, no es un hablar por hablar. Ahora debería lanzarse otro lema igual de machacón: Asturias paraíso empresarial. Si la calidad de vida es un aliciente para los empleados de grandes empresas, ahí está Asturias. Y luego todo lo demás. Ahora Asturias está conectada por fin por ferrocarril de alta velocidad, tiene puertos marítimos y astilleros, quiero pensar que mano de obra cualificada en el terreno industrial...".

Escena 8: "Madrid es el gran contenedor de millones de ciudadanos anónimos. También es una ciudad acogedora. Es posible que no te cruces con la misma persona en ningún otro momento de tu vida. Podrás encontrar diariamente todo tipo de actividades y esta ciudad te estimula todos los días, imposible de abarcar. A cambio, ir al teatro, por poner un ejemplo, si vives a tan solo 10 kilómetros del centro (o sea, que eres un privilegiado), se convierte en toda una tarde de atascos, aparcamientos, carreras... Es decir, una aventura. Diría que es la ciudad más inhóspita por hospitalaria".

Escena 9: "Un actor es eso, un becario que nunca acaba de aprender. No es falsa humildad. Te digo las tres últimas escuchas de esta última semana. Me gustó ver a Russell Crowe en pantalla y observar cómo se enfrentaba a ser el endemoniable exorcista de un Papa, me gustó ver a Gines García Millán abordar su Max Estrella y aprender de él, ese poeta roto, quebrado, elocuente y lúcido, y me gustó charlar con Juan Carlos Pérez de la Fuente a propósito de su visión del esperpento en general y en particular en Valle. Así podría seguir, semana tras semana, mes a mes, hacia atrás hasta llegar a que he nacido en una familia muy asturiana maravillosa, ejemplar, y que mis hijos, que no han nacido ahí, se sienten tan asturianos como yo. Asturias es un referente vital, sí".

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